¿Para qué utilizaremos el hidrógeno verde, la ya conocida como “energía del futuro”?

9 abril, 2021

El hidrógeno verde es una energía 100% limpia que posee múltiples ventajas y aplicaciones. Desempeña una importante labor en sectores difíciles de electrificar, en los que contribuye a su descarbonización

El hidrógeno es el elemento más abundante presente en el Universo, se encuentra combinado con otros elementos y constituye aproximadamente el 75% de toda su materia.

Utilizado principalmente por las industrias químicas y de refino, su demanda mundial en 2019 ascendía a 70 millones de toneladas según la Agencia Internacional de la Energía. Gran parte de ese hidrógeno es gris y se genera a través del llamado reformado de vapor de gas natural. En este proceso se produce CO2, por lo que no es un proceso libre de emisiones.

Hoy en día, con vistas a una economía descarbonizada, el hidrógeno por el que más se está apostando es el hidrógeno verde, obtenido a partir de fuentes renovables, como la solar o eólica, y principalmente a través de la electrólisis del agua.

Una de sus ventajas más destacables es que es una energía 100% limpia, con nulas emisiones de CO2 en su producción -solo emite vapor de agua- . Además, cuenta con múltiples aplicaciones como fuente de energía en todos los sectores, incluso en aquellos difíciles de electrificar como el transporte pesado o la industria intensiva. Además, contribuye a la gestión de las energías renovables, así como al transporte y almacenamiento de energía.

Con vistas a una economía descarbonizada, el hidrógeno por el que más se está apostando es el hidrógeno verde

Las aplicaciones del hidrógeno verde

El hidrógeno verde puede ser utilizado directamente o bien inyectado en la red de gasoductos. En este último caso, gracias a su capacidad de ser almacenado y transportado, puede ser producido en un sitio en un momento dado, y utilizado en otro lugar más adelante, desacoplando así los procesos de producción y consumo.

Entre las principales aplicaciones del hidrógeno verde se encuentran:

  1. Industria. Actualmente la industria representa más del 90% del consumo de hidrógeno a nivel global pero se trata principalmente de hidrógeno gris, es decir, no está libre de emisiones de CO2. Utilizar hidrógeno verde en estos procesos supone un paso muy relevante que permitiría minimizar la huella ambiental. Solo en Europa, con la utilización de hidrógeno verde se podrían evitar, hasta el año 2050, aproximadamente unas 560 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero, generar unos ingresos anuales de en torno a 820 billones de €, reducir alrededor del 15% de emisiones locales (NOx) en transporte por carretera y crear unos 5,4 millones de empleos, según The Fuel Cells and Hydrogen Joint Undertaking (FCH JU).
  2. Transporte. Otro de los sectores en los que los gases renovables- y en concreto el hidrógeno verde- va a ser fundamental, es en la movilidad. Existen actualmente muchos proyectos orientados a desarrollar vehículos de todo tipo impulsados por hidrógeno: aviación, vehículos eléctricos de pila de combustible, ferrocarril y transporte marítimo. La utilización de los gases renovables en movilidad permitirá la descarbonización de uno de los sectores que más emisiones de CO2 emite, y que más impacta en la calidad del aire de nuestras ciudades. Pero su uso va más allá de los vehículos ligeros, ya que va a ser esencial en la descarbonización del transporte pesado, el ferroviario y marítimo, sectores en los que la electrificación no es, hoy por hoy, una solución técnicamente factible.
  3. Usos domésticos. Este gas renovable puede destinarse al consumo doméstico y comercial. Su principal ventaja reside en que puede ser transportado y almacenado en la red de gasoductos ya existente, sin necesidad de realizar inversiones adicionales relevantes en redes. Un ejemplo de este uso son los sistemas de calefacción en entornos residenciales y comerciales, en los que la descarbonización se presenta como un gran desafío. La solución como paso previo a la descarbonización total podría pasar por el uso combinado de hidrógeno verde y gas natural, aprovechando la infraestructura gasista. El hidrógeno renovable también podrá ser utilizado para la generación de electricidad mediante pilas de combustible, un proceso totalmente limpio y que puede originar agua caliente sanitaria.
  4. Generación de energía eléctrica. Aprovechando los excesos de generación eléctrica renovable en las horas punta se puede generar hidrógeno verde que se destine a la producción de electricidad, vertiendo a la red eléctrica en las horas valle.

Una apuesta común por el hidrógeno renovable

El hidrógeno verde va a ser clave para alcanzar la neutralidad climática y un sistema eléctrico totalmente renovable para 2050. A nivel mundial más de 30 países cuentan con hojas de ruta del hidrógeno y están en desarrollo más de 200 proyectos de hidrógeno a gran escala en toda la cadena de valor, el 85% de los cuales se encuentran en Europa, Asia y Australia.

Numerosas compañías energéticas están trabajando en proyectos concretos de desarrollo de hidrógeno verde

En los próximos diez años está previsto que Europa destine hasta 30.000 millones de euros al despliegue de esta tecnología.

En el caso de España, nuestro país posee el plan de desarrollo de energía eléctrica renovable más ambicioso de la Unión Europea, el PNIEC, y una Hoja de Ruta del Hidrógeno. España también cuenta con el apoyo de la industria, así como con numerosas compañías energéticas trabajando en proyectos concretos de desarrollo de hidrógeno verde.