Combatir el cambio climático reduciendo las emisiones de CO2 y crear ciudades más habitables y eficientes es una cuestión prioritaria a día de hoy. También superar la dependencia de los combustibles fósiles, integrar tecnologías limpias y cambiar los hábitos de movilidad de la población.
En este sentido, el transporte es uno de los sectores con mayor demanda energética y de los que generan mayor contaminación no solo en nuestro país, sino en toda Europa. De hecho, es responsable de una cuarta parte de las emisiones de CO2 generadas en todo el continente.
El transporte es responsable de una cuarta parte de las emisiones de CO2 generadas en toda Europa
Dentro de las iniciativas para reducir la emisión de los gases de efecto invernadero se incluyen medidas específicas para este sector a través una firme apuesta por la movilidad sostenible. Una movilidad que precisa de una gran variedad de soluciones tecnológicas para conseguir los objetivos fijados a nivel nacional y europeo.
El Pacto Verde Europeo establece una reducción del 90 % de las emisiones de CO2 procedentes del transporte para 2050. Se avanza así en hacer de Europa una economía climáticamente neutra y, además, se persigue el objetivo de contaminación cero.
Para ello, las moléculas renovables, y especialmente el hidrógeno, van a ser imprescindibles. Así lo pone de manifiesto REPowerEU, que contempla que en 2030 el 25 % del consumo de hidrógeno renovable en Europa será para el transporte.
En 2030 el 25 % del consumo de hidrógeno renovable en Europa será para el transporte
Una solución para la descarbonización del transporte terrestre, marítimo y aéreo.
El hidrógeno va a ser decisivo para descarbonizar el transporte por tierra, mar y aire.
En el ámbito terrestre y para grandes flotas de turismos, el hidrógeno renovable ya es una alternativa real. Y especialmente en el transporte pesado va a tener un rol más relevante dada su difícil electrificación (por tamaño de baterías y tiempo de recarga).
España cuenta con unos objetivos definidos dentro de su Hoja de Ruta del Hidrógeno para 2030 en este terreno:
Así, este gas renovable va a ser la respuesta para alcanzar el objetivo incluido en la Directiva Red III de utilización de un 1 % de combustibles renovables no biológicos en automoción para 2030. Tomando como referencia los datos del año 2023, ese 1 % supone 98.000 toneladas de hidrógeno renovable.
En el ámbito marítimo, el hidrógeno renovable podría descarbonizar el 80 % del transporte marítimo internacional actual, según el informe A Pathway to Decarbonise the Shipping Sector by 2050.
Y también se han fijado otros objetivos que contribuirán a su paulatina descarbonización:
Y en el ámbito aéreo, de acuerdo con el último Bloomberg Energy Outlook, la aviación va a ser el sector de la movilidad que más hidrógeno consuma en el mundo en 2050 y que acapare alrededor del 25 % de la demanda global. La normativa europea RefuelEUAviation obliga a este segmento a utilizar un 2 % de combustibles sostenibles en aviación para 2025 y alcanzar el 70 % para 2050. Y gracias a ello, se podrá conseguir el objetivo de reducir un 80 % la intensidad de emisiones.
El GNL es actualmente una solución para la descarbonización del transporte pesado, especialmente marítimo y de camiones, donde la electrificación no es posible. También lo es en el caso del tren, en este caso gracias al bioGNL.
El GNL es una solución para la descarbonización del transporte pesado, especialmente marítimo y de camiones, donde la electrificación no es posible
Su uso permite reducir las emisiones de SOx en su totalidad, las de NOx en un 90 % y las de CO2 entre un 20 y un 30 % en comparación con los combustibles marítimos tradicionales. Solo en España permitirá una reducción de emisiones equivalente a sustituir más de un millón de vehículos de combustión por vehículos eléctricos y una mejora de la calidad del aire al reducir hasta 2 Mt de CO2 para 2030.
Nuestro país se sitúa como líder en la descarbonización del transporte marítimo ya que en los últimos dos años ha cuadruplicado el suministro de GNL a barcos, lo que ha evitado la emisión de 74.000t CO2.
Para que el hidrógeno sea una alternativa real para la movilidad, las infraestructuras que conecten la oferta (donde se produce) con los puntos de consumo, en este caso, con los medios de transporte que lo necesiten, van a ser claves.
Las infraestructuras que conecten la oferta con los puntos de consumo van a ser claves
España ya está trabajando en ello. Nuestro país va a contar con la Red Troncal Española de Hidrógeno, impulsada por Enagás como gestor provisional de la red de hidrógeno (HTNO), y va a formar parte del primer corredor europeo de hidrógeno, llamado H2med, junto con Portugal, Francia y Alemania. Ambos proyectos van a ser determinantes para el desarrollo de un mercado de hidrógeno competitivo y para que España y Europa lideren una movilidad sostenible.