El país vecino desarrolla proyectos de hidrógeno verde con el objetivo de avanzar en la descarbonización de su economía
Portugal ha establecido en los últimos años unas políticas dirigidas al desarrollo de energías renovables para potenciar la transición energética y también para alcanzar los objetivos que se ha marcado dentro de la producción de hidrógeno verde.
Así, el país luso desarrolla desde 2020 la Estrategia Nacional para el Hidrógeno, con el objetivo de establecer las condiciones para la creación de una economía de hidrógeno en Portugal y convertirse en un país exportador.
Portugal plantea, entre otras cosas, inversiones por valor de 7.000 millones de euros en proyectos de producción de hidrógeno verde y ayudas a la inversión y a la producción que podrían rondar los 900 millones de euros. Uno de sus propósitos para el año 2030 es duplicar la capacidad prevista de electrolizadores, de 2,5 GW a 5,5 GW.
Otras metas que se quieren alcanzar de cara al año 2030 son las siguientes:
Del mismo modo, Portugal convocaba recientemente la primera subasta para integrar gases renovables (hidrógeno y biometano) en la red de gas. Sus precios máximos se establecían en 127 €/MWh para hidrógeno renovable y 62 €/MWh para biometano. Se licitarán hasta 150 GWh/año de biometano y 120 GWh/año de hidrógeno.
La subasta se ha diseñado con el objetivo de facilitar la integración de gases renovables en la infraestructura de gas, con la colaboración estrecha de la Red Nacional de Transporte de Gas y la Red Nacional de Distribución de Gas. Esta iniciativa forma parte de las acciones para fomentar la transición energética del país luso.
Portugal forma parte junto a España, Francia y Alemania, del proyecto de corredor de hidrógeno verde H2Med, que persigue una mayor seguridad energética para Europa y agilizar el desarrollo del hidrógeno en el continente. Conectará la Península Ibérica con Francia y con el norte de Europa y transportará el 20% de la producción de hidrógeno verde en 2030.
Se espera que la interconexión comience a entrar en funcionamiento en 2030, y se prevé que esta infraestructura estratégica pueda transportar hasta dos millones de toneladas de hidrógeno verde cada año.
El corredor conectará la Península Ibérica y transportará el 20% de la producción de hidrógeno verde en 2030
Dentro de este proyecto se contempla el tramo CelZa, que conectará el municipio portugués de Celorico da Beira con Zamora. Enagás por la parte española y REN por la portuguesa han firmado un acuerdo con la finalidad de desarrollar y financiar conjuntamente los estudios correspondientes para el desarrollo del mismo.
Este corredor forma parte de la lista de Proyectos de Interés Común (PCI) de la Unión Europea, lo que facilita que este proyecto pueda acceder a vías de financiación y participar en la próxima convocatoria de financiación europea (CEF Energy 2024), para sufragar parte de los gastos relacionados con los estudios necesarios para tomar la decisión de inversión, prevista para 2026, de cara a la puesta en servicio del corredor en 2030.