Corea del Sur se ha convertido en un país pionero en el campo del hidrógeno, con una estrategia que ha sido elogiada a nivel mundial. Su sólida regulación y una infraestructura en constante desarrollo están convirtiendo a este país asiático en uno de los líderes en la producción y la utilización del hidrógeno verde, en cuyo despliegue está trabajando.
La construcción de la primera central eléctrica alimentada por hidrógeno en 2007 y la creación de la primera red de suministro de hidrógeno en 2010 ya denotaban el interés de Corea del Sur por el hidrógeno, aunque no fue hasta 2021 cuando el país comenzó a producir hidrógeno verde. Desde ese momento ha cumplido varios hitos:
El país asiático es consciente de las ventajas que ofrece y que podrían resumirse en su versatilidad, ya que el hidrógeno renovable puede emplearse de muy variadas formas y en distintos sectores, incluso en aquellos de difícil descarbonización; sostenibilidad, ya que emite solo vapor de agua; y en su capacidad para gestionar y almacenar energía de forma masiva y durante largos períodos de tiempo.
La República de Corea comenzó a interesarse por las tecnologías del hidrógeno a principios del siglo XXI, con un Plan Maestro de Hidrógeno en 2005, pero no fue hasta 2019 cuando se materializó la Hoja de Ruta de la Economía del Hidrógeno, como piedra angular de una colaboración público–privada que ha permitido el despliegue del hidrógeno renovable en diferentes sectores.
Ya en 2021, el país aprobó su primera Ley del Hidrógeno, con una clara visión para liderar la economía del hidrógeno en 2040 a través de la I+D+i, la concienciación y el desarrollo de una cultura del hidrógeno.
El país ha desarrollado un plan para que el 33 % de las necesidades energéticas del país sean abastecidas por hidrógeno renovable en 2050. Esto supone que más del 23 % de la generación de energía ha de provenir, para esa fecha, del hidrógeno renovable.
El país ha desarrollado un plan para que el 33 % de las necesidades energéticas del país sean abastecidas por hidrógeno renovable en 2050
Además, tiene el objetivo de alcanzar los 5,3 millones de vehículos impulsados por hidrógeno verde en 2050. Para ello, impulsarán alrededor de 2.000 instalaciones de repostaje de hidrógeno.
La estrategia del actual Gobierno coreano se centra en la promoción de la investigación y el desarrollo, la construcción de infraestructura y la promoción de la adopción del hidrógeno en aplicaciones industriales y el transporte. Sus ambiciosos objetivos incluyen la producción de 6,5 millones de toneladas de hidrógeno verde para el año 2040 y la conversión de al menos el 14 % de los vehículos para ser movidos por hidrógeno ese mismo año.
La base sobre la que se asientan los cimientos de la estrategia del hidrógeno surcoreana es sólida:
1. Referente en I+D. Estamos hablando de un país que es toda una referencia en innovación, especialmente en los sectores del transporte y la fabricación pesada.
2. Escasez de recursos energéticos. Corea del Sur es un país relativamente pequeño que, sin embargo, cuenta con una numerosa población y una economía dinámica. Pero no cuenta con recursos naturales para sostener ambas cosas, lo que ha obligado a las administraciones a apostar por la diversificación energética, poniendo el énfasis en las energías renovables.
3. Visión política. Las autoridades surcoreanas han trabajado y trabajan actualmente con objetivos ambiciosos para el desarrollo y adopción de nuevas tecnologías, también en el sector energético. Priman la inversión en investigación y desarrollo, así como la creación de infraestructuras. Se trata de uno de los países que más dinero público invierte en energía, solo por detrás de Alemania y Japón.
4. Automoción. La industria automotriz tiene un gran peso e influencia en el país. Su buque insignia, Hyundai, tiene un firme compromiso con los vehículos eléctricos y las pilas de combustible. Muestra de un sector que siempre está atento a nuevas innovaciones como el hidrógeno, que podría ser adoptado a escala masiva.
5. Colaboración internacional. Corea del Sur es un líder en tecnología, con un gran número de empresas líderes en sus respectivas industrias. Como país exportador situado entre dos grandes potencias como China y Japón, ha establecido colaboraciones con países y organizaciones que le ayudan a establecer estándares internacionales, aprovechar nuevas tecnologías del hidrógeno y promover su desarrollo.
Corea del Sur tiene el potencial para seguir siendo un líder en el campo del hidrógeno renovable, impulsando la innovación y colaborando con otros países para alcanzar una economía del hidrógeno sostenible y de referencia a nivel mundial. Con un enfoque marcado por la sostenibilidad y la eficiencia energética, se está convirtiendo en todo un modelo a seguir.