Los Proyectos de Interés Común (PCI, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea son aquellos que se consideran clave para el desarrollo de las infraestructuras energéticas transfronterizas. Deben estar en sintonía con los objetivos comunitarios del Pacto Verde Europeo: contribuir a la descarbonización de la economía y garantizar que los ciudadanos tengan acceso a energía segura y sostenible.
Desde 2013, la Unión Europea ha actualizado cada dos años la lista de PCI. Para la sexta edición del listado, validado definitivamente en abril de 2024 por el Consejo y el Parlamento Europeo, se ha incluido por primera vez proyectos de hidrógeno y electrolizadores.
La Comisión Europea es el organismo encargado de establecer el listado, en cooperación con los países. Para ello, tiene en cuenta el impacto que los proyectos puedan tener en los mercados energéticos, que involucre por lo menos a dos países de la UE, que impulse la competencia, que ayude a garantizar la seguridad energética o que integren nuevas fuentes renovables, entre otros criterios.
Es la primera vez que la lista de PCI incluye proyectos de hidrógeno y electrolizadores
La lista propuesta se somete a una consulta de los estados miembros a través de un grupo de expertos. Con base en estas consultas, la Comisión Europea adopta una decisión final, indicando los proyectos seleccionados con sus presupuestos, fuentes de financiación, calendario y demás aspectos relevantes.
La designación como Proyecto de Interés Común puede acarrear una serie de beneficios significativos, como la obtención de fondos europeos, planificación acelerada, concesión de permisos o mejores condiciones regulatorias. De esta forma, es posible acometer proyectos de una envergadura que, de otro modo, sería más difícil.
Adicionalmente, los PCI representan una gran oportunidad para impulsar el crecimiento económico, la creación de empleo, el desarrollo sostenible o la mejora de la competitividad en los lugares en los que se desarrollan.
En un momento en el que la transición energética y la lucha contra el cambio climático son prioridades absolutas en la UE, España se sitúa en una posición de liderazgo. Muestra de ello son los Proyectos de Interés Común del hidrógeno que ha logrado situar en la lista.
El transporte de hidrógeno entre diferentes países es fundamental para el desarrollo de una economía del hidrógeno comunitaria, ya que permite aprovechar el potencial del hidrógeno renovable de varias geografías, conectando la oferta de los países productores con los centros de demanda.
España es un enclave destacado en este apartado, con diferentes infraestructuras en desarrollo dentro del denominado H2Med, un corredor clave para transportar hidrógeno renovable desde la Península Ibérica al centro de Europa y en el que también participan Portugal, Francia y Alemania.
Las dos interconexiones españolas de H2Med incluidas como PCI son:
Además, la Red Troncal Española de Hidrógeno tiene dos tramos que también han sido incluidos en la lista definitiva europea como PCI:
España ha situado dos proyectos de almacenamiento de hidrógeno en la lista de PCI. Ambos incluidos en la Red Troncal Española del Hidrógeno
Una de las ventajas del hidrógeno es su capacidad para ser almacenado. A su vez, su almacenamiento es básico para desarrollar una economía del hidrógeno robusta, por lo que se estudian diversos métodos para lograrlo.
En el marco de los Proyectos de Interés Común, España ha situado dos proyectos de almacenamiento de hidrógeno a propuesta de Enagás, ambos incluidos en la Red Troncal Española del Hidrógeno:
Estas instalaciones, que utilizan electricidad para descomponer el agua en hidrógeno y oxígeno mediante la electrólisis, son el paso clave para la producción de hidrógeno de forma sostenible.
Los proyectos ratificados como PCI en España son cinco y se reparten por toda la geografía peninsular: