Hidrógeno y amoníaco, alternativas reales para una economía net zero

12 septiembre, 2023

El hidrógeno renovable y el amoníaco verde representan dos pilares para avanzar hacia la descarbonización y la sostenibilidad energética. El objetivo de la descarbonización no pasa por una única solución, sino que cuantas más tecnologías y alternativas podamos desplegar, más sencillo, seguro y ágil será el proceso.

Hidrógeno verde

El hidrógeno renovable se produce a partir de agua y fuentes de energía limpias como la eólica o la solar. Su principal ventaja radica en que no produce emisiones de gases contaminantes ni en su producción ni en su utilización. Otra de las ventajas del hidrógeno renovable es su versatilidad, pudiendo ser utilizado de muy variadas formas:

  • Industria. En los sectores industriales intensivos en el uso de energía, como la siderurgia, la cerámica o la cementera, el hidrógeno renovable es la mejor alternativa para reemplazar los combustibles tradicionales. Estas industrias tienen la necesidad de descarbonizar su actividad, pero las alternativas más habituales para ello, como la electrificación, no son suficientes para compensar su alta demanda energética.
  • Transporte sostenible. El hidrógeno puede alimentar vehículos eléctricos con celdas de combustible, permitiendo una movilidad limpia y una autonomía similar a los vehículos convencionales. Es también una alternativa viable para el transporte pesado, tanto por carretera como en el aire y el mar, sectores que son muy difíciles de electrificar.
  • Almacenamiento de energía. En momentos de baja demanda las energías renovables pueden seguir produciendo gracias a la capacidad que tiene el hidrógeno para almacenarse. De este modo, la energía no se pierde, las instalaciones renovables son más eficientes y su producción puede ser liberada para equilibrar oferta y demanda.

Amoníaco verde

El amoníaco es uno de los compuestos químicos más producidos del mundo por sus múltiples aplicaciones industriales. Su uso principal se da en la industria de fertilizantes, pero su papel como vector energético (es capaz de almacenar energía para liberarla posteriormente de forma controlada) está ganando relevancia gracias especialmente a su capacidad para almacenar, transportar y liberar hidrógeno.

El amoníaco está ganando relevancia gracias especialmente a su capacidad para almacenar, transportar y liberar hidrógeno

El amoníaco es un importante portador de hidrógeno ya que, en concreto, el amoníaco verde se produce a partir de la reacción de hidrógeno renovable y nitrógeno atmosférico en un proceso en el que se emplean energías renovables como la eólica o la solar, y no se genera CO2.

Su utilización en el sector de la energía también es muy versátil, constituyendo una alternativa más para descarbonizar la economía y presentando múltiples ventajas en distintos ámbitos como:

  • Almacenamiento y transporte. Existe una red de distribución bien desarrollada para el amoníaco, lo cual proporciona un ahorro vinculado a los costes de transporte. Además, el amoníaco verde se puede licuar fácilmente, lo que ayuda en su transporte con camiones cisterna y barcos. El almacenamiento y transporte de amoníaco ha sido desarrollado durante décadas, por lo que es económico y totalmente seguro.
  • Un impulso para las economías emergentes. En regiones con acceso limitado a energías renovables, el amoníaco puede ser un aliado como combustible limpio. La facilidad para importarse puede suponer además un impulso ecológico para regiones remotas o economías emergentes.
  • Aliado para la fabricación de productos químicos. Algunos productos químicos que requieren amoníaco para producirse tienen en el amoníaco verde una alternativa que da como resultado un producto final más sostenible.

Hidrógeno y amoníaco, complementarios

La combinación de hidrógeno y nitrógeno produce amoníaco, y cuando este último se descompone se convierte en un eficiente portador de hidrógeno, con un alto contenido de este gas. Esto convierte al amoníaco en una buena opción para el transporte de hidrógeno a gran escala. Por este motivo el amoníaco verde puede ser una de las claves para exportar el hidrógeno renovable desde países como España.

El amoníaco verde puede ser una de las claves para exportar el hidrógeno renovable desde países como España

El empleo de amoníaco licuado para transportar y almacenar hidrógeno verde permite su distribución por vía marítima de una forma eficiente. Sin embargo, este procedimiento no es el más indicado si el objetivo es volver a convertir el amoníaco en hidrógeno. Para este cometido, es más eficiente el transporte de hidrógeno renovable en forma gaseosa por hidroductos como el futuro H2Med, que unirá Portugal, España, y Francia con otros países del entorno europeo como Alemania, y que estará en funcionamiento en 2030.

Enagás estima que España podrá exportar a través de este ducto 2 millones de toneladas de hidrógeno para 2030, mientras que se podrían enviar otros 0,45 millones de toneladas en forma de amoníaco desde los distintos puertos españoles.

Aunque queda camino por recorrer en regulación, tecnología e infraestructuras, las estimaciones ponen de manifiesto que el amoníaco y el hidrógeno verde serán complementarios y permitirán a España convertirse en un hub exportador de hidrógeno renovable a Europa.

La I+D+i es fundamental para desplegar todo el potencial del hidrógeno y el amoníaco

La participación de las administraciones y su colaboración con el sector privado es crucial para hacerlo realidad. La I+D+i también es fundamental para desplegar todo el potencial del hidrógeno y el amoníaco. La investigación, desarrollo e innovación permiten mejorar la eficiencia y reducir los costes asociados a la producción, almacenamiento y distribución de ambos elementos.

El impulso de la Unión Europea y el respaldo del Gobierno español están acelerando esta transformación, en la que el expertise de las compañías nacionales nos acerca un poco más a un futuro sostenible. Con un compromiso colectivo será más sencillo transitar hacia una economía baja en carbono y más respetuosa con el medio ambiente.