Water positive: ¿de qué trata esta revolución del agua?

22 febrero, 2024

Que más del 70 % de la superficie del planeta esté cubierta por agua o que, en promedio, dos tercios del cuerpo humano estén compuestos también por agua son dos cifras que hablan por sí solas de la importancia que tiene este líquido para nuestra existencia. Sin embargo, este recurso se enfrenta a desafíos tan grandes como la contaminación de los sistemas acuáticos -océanos y ríos, principalmente-, la desaparición de humedales o los periodos cada vez más prolongados de sequía. 

Es en ese contexto que surge water positive, un modelo de gestión que busca preservar el agua, optimizar su consumo, contribuir a su revitalización y crear conciencia sobre la necesidad de ser responsables con su uso. Se podría considerar esta idea como el equivalente a la neutralidad de carbono (reducir o compensar las emisiones de CO₂ para que sean igual a cero), pero con el agua.

Water positive es el equivalente a la neutralidad de carbono, pero con el agua

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, si nada cambia, en el año 2030 cerca del 50 % de la población mundial vivirá en zonas con un estrés hídrico severo. Esto significa que tendrán problemas graves para obtener el agua necesaria para su subsistencia, con todo lo que ello supone en términos de salud, bienestar, economía y conservación del entorno. Por ello, resulta necesaria la adopción de enfoques como el de water positive en todos los niveles de la sociedad.

¿Cómo ser water positive?

Para ser water positive y contribuir con soluciones reales a problemas como la escasez de agua es necesario empezar a emplearla de una forma más eficiente. Algunas de las opciones más prácticas y que están al alcance de los entornos empresariales y domésticos son, además de utilizar únicamente la necesaria, la incorporación de técnicas de recolección del agua sobrante en aquellos procesos que lo permitan, la disminución del caudal en los grifos, la instalación de sensores en los sistemas de riego o la utilización de dispositivos o electrodomésticos eficientes.

El concepto de water positive va más allá de un consumo racional de los recursos hídricos. Busca, también, mejorar su calidad mediante iniciativas como la restauración de ecosistemas acuáticos, la recarga de acuíferos, la promoción de prácticas sostenibles de gestión hídrica, la protección de humedales y/o el mantenimiento de instalaciones en la cadena de valor del agua, entre otras.

Para ser water positive y contribuir con soluciones reales a problemas como la escasez de agua es necesario empezar a emplearla de una forma más eficiente

El papel de water positive en la transición energética

La relación entre water positive y transición energética es mucho más estrecha que el mero hecho de compartir un objetivo de sostenibilidad. En el campo de la energía existen procesos que implican la utilización de agua, por lo que la adopción de un enfoque water positive en un sector tan relevante puede aportar grandes beneficios medioambientales. Algunos ejemplos son:

  • En la producción de energía hidroeléctrica. Utilizar la fuerza del agua para transformarla en energía eléctrica es la fuente renovable más antigua que existe. Algunas de las opciones para usar con mayor eficiencia este recurso son la aplicación de modelos matemáticos de simulación, tanto para optimizar la operación de los embalses como para minimizar los impactos ambientales; la mejora técnica de las turbinas y otros componentes del sistema para una mayor generación con la misma cantidad de agua; o el diseño de sistemas y materiales de construcción que minimicen las pérdidas por evaporación o filtración.
  • En la producción de componentes para las renovables. Las energías renovables requieren de agua para la fabricación de sus diferentes componentes, como los paneles para absorber la energía solar, por ejemplo. Utilizar nuevas tecnologías para optimizar los procesos y usar menos agua en su fabricación, incluir programas de reciclaje de piezas para disminuir la necesidad de nuevos materiales y los correspondientes recursos hídricos son algunas formas de disminuir la huella hídrica asociada a la producción de las energías renovables.
  • En la producción de hidrógeno verde. Además de las fuentes hídricas tradicionales, se está estudiando el aprovechamiento de aguas residuales, subterráneas o de mar para producir hidrógeno renovable a través del proceso de electrólisis -es la separación de las moléculas de hidrógeno y oxígeno utilizando una corriente eléctrica-. La tecnología e innovación son clave para incrementar la eficiencia de los electrolizadores, optimizar opciones de enfriamiento como el aire o garantizar la propia calidad del agua durante los procesos (la electrólisis requiere agua de alta pureza).
    De esta forma, se logra producir una energía limpia, respetuosa con los ecosistemas acuáticos y que no depende exclusivamente del agua dulce convencional.

En definitiva, el concepto water positive se está convirtiendo en la revolución del agua. Utilizarla eficientemente es la clave y garantizar que las generaciones futuras la puedan disfrutar es el objetivo.