India ya es, oficialmente, el país más habitado del mundo. En el año 2023 alcanzó la cifra de 1.428 millones de personas, sobrepasando así a China (1.425 millones). Un gigante que, de cara a 2030, podría convertirse en la tercera economía del planeta, por detrás de China y Estados Unidos. Junto a sus objetivos de crecimiento también se ha propuesto liderar la producción de hidrógeno renovable y convertirse en referente global de este vector energético.
Actualmente, la mayor parte de los combustibles fósiles que se consumen en este país son importados. Por ello, buscar alternativas para diversificar y asegurar sus cadenas de suministro energético es un aspecto vital, tanto para la sostenibilidad de su economía como para cumplir los objetivos de descarbonización (India es uno de los mayores emisores de CO2 del mundo).
India se ha propuesto que en 2050 el 80 % del hidrógeno que produzca sea verde
Aunque esta nación es la tercera a nivel mundial en consumo de hidrógeno, lo cierto es que la mayoría corresponde a hidrógeno gris, que es producido a partir del reformado de gas natural y sin capturar el CO2. Este hidrógeno lo utiliza, principalmente, en plantas de fertilizantes y refinerías.
Con el fin de descarbonizar su economía, India ha trabajado en los últimos años en un reto de gran magnitud: lograr que en 2050 el 80 % del hidrógeno que produzca sea verde. Y ya en 2070 aspira a alcanzar la neutralidad de carbono. El desarrollo de la industria del hidrógeno verde le permitiría reducir considerablemente la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles.
Un importante desafío que ya ha comenzado a fraguarse. India ha apostado por una inversión récord en energías renovables, con un incremento del 83 %, o lo que es lo mismo, de hasta 16.500 millones de dólares.
Todo ello ha desembocado en una importante incorporación de 25 gigavatios (GW) de potencia instalada renovable. Asimismo, el país ha identificado tres puertos mayores (Deendayal, Paradip y Chidambaranar) para desarrollarlos como hubs de hidrógeno.
Con una previsión de potencia instalada renovable -sin incluir la hidroeléctrica a gran escala-, de unos 170 GW para marzo de 2025, más de 16 GW de proyectos licitados hasta ahora y otros 17 GW en proceso a través de agencias centrales, India está en disposición de alcanzar una posición de liderazgo en la transición energética mundial durante los próximos años.
Adicionalmente, la Autoridad Central de Electricidad (CEA) de este país estima que para 2030 habrá 292 GW de potencia solar fotovoltaica instalada y 100 GW de potencia eólica instalada en India. Por otra parte, esta nación asiática pretende exportar dentro de 6 años el 70% de su producción de hidrógeno verde, por lo que está tejiendo alianzas internacionales con países como Alemania o Japón.
La Misión Nacional de Hidrógeno Verde, puesta en marcha en 2023 con una inversión de 2.200 millones de euros, es una iniciativa para convertir a India en una de las mayores potencias mundiales de producción, uso y exportación de este vector energético. Su finalidad es alcanzar la independencia energética y cumplir las metas de descarbonización.
El objetivo de cara a 2030 es producir hasta 5 millones de toneladas métricas anuales de hidrógeno renovable gracias a ambiciosas políticas de inversión y avances tecnológicos, especialmente en áreas de energía renovable y almacenamiento de baterías. Otro de los desafíos es reducir en 50 millones de toneladas métricas anuales las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), también para ese año 2030.
El objetivo de India es producir hasta 5 millones de toneladas métricas anuales de hidrógeno renovable en el año 2030
Si bien la industria de producción de hidrógeno renovable todavía se encuentra en una fase inicial de desarrollo, con plantas piloto y costes de producción y electrolizadores que aún deben optimizarse, ya se han especificado los principales hubs para el desarrollo de proyectos de hidrógeno. Los más importantes se ubicarán en las regiones de Gujarat, Maharashtra, Karnataka, Kerala, y Tamil Nadu.
Las estimaciones dicen que la demanda de hidrógeno en India se podría cuadriplicar en 2050, pasando de las 6-8 millones de toneladas actuales a 30 millones de toneladas métricas, aproximadamente. Los principales impulsores de este crecimiento serían los sectores de siderurgia y transporte pesado.
El hecho de que una potencia del tamaño y envergadura económica de India apueste decididamente por energías limpias como el hidrógeno es una buena noticia para la transición energética. También es un buen ejemplo de cómo el desarrollo económico y demográfico es compatible con los objetivos de descarbonización y cuidado del medioambiente.