Continuando con la serie de entrevistas que se inició con motivo del ‘Día Internacional de la Mujer’, hoy hablamos con Rosa María Sanz, presidenta de Sedigas. Con más de tres décadas de experiencia en el sector de la energía, es la máxima representante de esta asociación que tiene como objetivo fomentar el uso del gas como elemento clave del desarrollo económico en nuestro país y como garantía de la calidad de vida de las futuras generaciones.
Es cierto que el sector de la energía, tal vez por su elevada tecnificación, sobre todo en actividades de campo, centros de control de energía y otros desempeños a turno, históricamente han sido posiciones cubiertas mayoritariamente por hombres. Sin embargo, no podemos olvidar que la primera presidenta de Red Eléctrica de España, el TSO eléctrico, equivalente a Enagás en el sector del gas, fue Paulina Beato en 1984 o que las principales figuras en España de multinacionales del mundo de la energía como SHELL y ENGIE son mujeres.
Sin duda alguna, las mismas reclamaciones sociales de avanzar hacia una igualdad de género también podemos verlas en el mundo de la energía, y se está avanzando.
La reciente renovación de los altos cargos en el seno de la Unión Europea ha permitido tener a dos mujeres al frente de las dos instituciones más importantes, el Banco Central y la Comisión Europea. Esta última, presidida por Ursula Von der Leyen, ha tenido desde su discurso de investidura, muy presente el objetivo de igualdad en las instituciones europeas. Actualmente son 13 las comisarias de un total de 27 miembros.
Desde el sector energético en España son varias las instituciones que fomentan el talento y la visibilidad femenina, favoreciendo la igualdad de oportunidades. AEMENER, en la que SEDIGAS participa, es una asociación cuyo objetivo es fomentar las iniciativas femeninas en áreas como la tecnología y la ingeniería, promoviendo a la mujer en el mundo de la energía.
Otro ejemplo es la plataforma que se puso en marcha hace tres años, Women4Climate, cuyo objetivo es impulsar e involucrar a las mujeres en la toma de decisiones referentes a la lucha contra el cambio climático.
Las empresas del sector energético desde hace mucho tiempo apuestan públicamente por integrar en sus equipos personas preparadas, con una mente abierta enfocada a la igualdad de oportunidades y en la diversidad.
Ya no puede entenderse una sociedad sin las mujeres jugando un papel decisivo. Mujeres que con una visión responsable, quieren aportar su mejor contribución al desarrollo y muy especialmente en estos momentos de incertidumbre y cambio. Algo de esto hemos visto en estos últimos meses donde conocidas líderes femeninas en distintos ámbitos públicos y privados se han destacado por su firmeza, respeto a la verdad, humildad y ganas de hacerlo bien, presentando soluciones por encima de cualquier otra consideración.
Es complicado en una trayectoria de más de 30 años destacar a alguien o algo en particular, pero en las situaciones más complicadas en las que he tenido que tomar decisiones que me resultaban personalmente más difíciles, es cierto que siempre tengo en mente el mismo referente. Una persona que por su honestidad, consigo misma y con los demás, ha sido un modelo de vida. Conservo sus criterios de análisis y lo que es más importante, sus valores y ello me ayuda de una forma natural y cotidiana.
Adicionalmente siempre he intentado buscar aprendizajes de las personas con la que he ido coincidiendo en mi carrera profesional, y en esto he sido afortunada, tanto por los jefes como por los colegas y colaboradores con los que he podido colaborar.
Pero también de las cosas que llegan- y que nunca lo hacen por casualidad- ya sean amistades, libros, artículos, películas, música, en todo puede encontrarse inspiración, aunque no se busque conscientemente.
La transición energética es un reto indiscutible, y de los de mayor complejidad en los que se ha visto inmersa la sociedad moderna. La dramática situación vivida en estas últimas semanas ha tenido como consecuencia indirecta que se han reducido las emisiones contaminantes del aire, en un equilibrio forzado que ha resultado más responsable con nuestro entorno. Pero tenemos que ser conscientes de que el proceso de descarbonización de la economía es un proceso paulatino y permanente que tiene que desarrollarse de una manera justa y equilibrada. Es necesario planificar las etapas analizando las implicaciones de cada una de las decisiones que se adopten localizando los agentes y sectores damnificados y diseñando alternativas de futuro también para ellos.Debemos trabajar todos juntos por una sociedad descarbonizada pero siempre de forma inteligente salvaguardando los sectores claves del país, como es el energético, y buscando el camino más eficiente para reducir las emisiones.
La transición energética es un reto indiscutible, y de los de mayor complejidad en los que se ha visto inmersa la sociedad moderna.
Esta etapa de grandes retos también requiere de grandes líderes, con habilidades adaptadas a esta nueva realidad. Vivimos en una sociedad cambiante, donde todos estamos permanentemente conectados, por lo tanto requiere de un liderazgo flexible y moderado pero también que aporte sentido común, buen hacer y pragmatismo.
En estos momentos tan complicados, la sociedad nos ha demostrado su enorme solidaridad. Esta solidaridad que no deja de ser empatía hacia los demás, es otra de las cualidades, que bajo mi punto de vista, se necesita en los líderes del momento, para afrontar con positividad, cercanía y creatividad una recuperación compatible con nuestro objetivos de sostenibilidad.
Durante la crisis sanitaria provocada por el COVID19, el papel del gas natural ha tendido dos horizontes de actuación. A corto plazo, de una manera inmediata, el sector del gas se ha preocupado por garantizar la seguridad de suministro. La prioridad ha sido seguir operando con normalidad y garantizar el suministro de un servicio energético básico, para los hogares y también para los hospitales y centros críticos. Pero siempre garantizando la salud de las personas que tenían la responsabilidad directa de realizar esta actividad.
Debemos trabajar todos juntos por una sociedad descarbonizada pero siempre de forma inteligente salvaguardando los sectores claves del país, como es el energético, y buscando el camino más eficiente para reducir las emisiones.
A medio plazo, y a medida que se vaya retomando la actividad industrial, el papel del gas es en este sentido es fundamental. El sector gasista es imprescindible en la economía actual por su competitividad frente a otras fuentes de suministro de energía y por su contribución a la sostenibilidad económico-financiera de la industria productiva.
En la fase de recuperación de la economía, el gas debe posicionare como uno de los principales vectores de crecimiento. Es una fuente de energía clave e insustituible para el sector industrial, además de para la movilidad de larga distancias y marítima.
Esta crisis nos está haciendo replantearnos muchas cosas y reordenando prioridades. En el modelo energético que tendremos que construir de aquí en adelante, deberemos capitalizar todo lo que hemos aprendido, generando valor sostenible a partir de ello.
El sector gasista es imprescindible en la economía actual por su competitividad frente a otras fuentes de suministro de energía y por su contribución a la sostenibilidad económico-financiera de la industria productiva.
Aquí tendrá una importancia relevante todo el desarrollo de la economía circular y los gases de origen renovable, en los que el sector del gas ya está invirtiendo. El desarrollo de estas fuentes de energía que permitirán a la industria disponer de un combustible alternativo compatible son sus necesidades térmicas, pero al mismo tiempo neutro en emisiones de carbono, serán también un foco local de desarrollo y generación de nuevos puestos de trabajo. El impulso de esta línea de crecimiento podrá sumar y formar parte de todas las medidas necesarias para la recuperación de la economía en España.