El concepto de biomasa es tan amplio que, aun siendo una fuente de energía muy extendida, todavía genera interrogantes. Estos son algunos de los más habituales:
Se considera biomasa a toda la materia orgánica que es utilizada como fuente energética. Existe un amplio abanico de materias orgánicas utilizadas como materia prima en los diferentes procesos de producción de energía a partir de la biomasa, lo que da lugar a tener diversas formas de clasificación de las mismas.
En términos energéticos, generalmente se consideran tres tipos de biomasa:
La biomasa se puede convertir en energía de diferentes formas y, dependiendo de cada una de ellas, permite obtener electricidad, calor o biocombustibles.
Teniendo en cuenta que las energías renovables se obtienen de fuentes inagotables y naturales, podemos afirmar que la biomasa es una energía renovable.
Pero conviene hacer una apreciación importante, ya que al ser una fuente energética muy heterogénea (con gran cantidad de posibles materias primas y diferentes procesos para transformarlas en energía), existe biomasa que no se regenera por medios naturales. Es el caso de los cultivos energéticos, que pueden resultar insostenibles si se utilizan sin restricciones y de forma masiva, ejerciendo una presión excesiva sobre los suelos agrícolas y los bosques.
En definitiva, y en términos generales, la energía obtenida a partir de biomasa es sostenible (renovable y con emisiones de neutras), pero se debe analizar todo el proceso de transformación para realizar esta afirmación en cada caso concreto.
La energía obtenida a partir de biomasa es sostenible, pero se debe analizar todo el proceso de transformación para realizar esta afirmación en cada caso concreto
Las materias primas más utilizadas para la producción de energía con biomasa son cinco:
La biomasa es una energía muy versátil, ya que se puede utilizar con distintos propósitos y obtenerse con distintas materias. Por tanto, hay varias formas de transformación. Las principales son:
Los beneficios más relevantes de la biomasa como fuente energética son:
Definitivamente, sí. Si la comparamos con los combustibles fósiles tradicionales son todo ventajas: coste sensiblemente menor, menos contaminante, energía potencialmente ilimitada y con una buena cantidad de beneficios asociados (desarrollo rural, limpieza forestal, economía circular, reducción de residuos, independencia de otros países, producción de fertilizantes naturales, etc.).
Además, el desarrollo tecnológico, que avanza a gran velocidad, ayuda a maximizar los beneficios y reducir las desventajas de esta energía. El incremento de la utilización de la biomasa, combinada con otras energías renovables, supone una esperanza para un suministro energético garantizado, económico y sostenible para todo el mundo.
El incremento de la utilización de la biomasa supone una esperanza para un suministro energético garantizado, económico y sostenible para todo el mundo
La biomasa será clave para reducir las emisiones de efecto invernadero y los residuos. Según The International Renewable Energy Agency (IRENA), la biomasa puede aportar el 20 % del suministro energético total mundial; un 60 % del consumo renovable. Pero para que el futuro sea realmente sostenible es necesario introducir restricciones al sector de la biomasa para garantizar que sea una fuente energética renovable y limpia, que no arrase tierras cultivables y forestales en favor de cultivos energéticos. El origen sostenible de la materia prima es y será crucial.