Un tercio de las compañías energéticas ya ha incorporado soluciones tecnológicas de este tipo que favorecen la eficiencia de la actividad.
El desarrollo tecnológico ha revolucionado industrias y negocios. El progreso es imparable y las nuevas soluciones que se desarrollan tienen impacto positivo directo en la actividad empresarial. En concreto, el energético es uno de los sectores en los que la inteligencia artificial (IA) va a provocar más cambios en la manera de relacionarse con clientes.
El abanico de posibilidades que ofrece la IA ha crecido de forma exponencial en lo que llevamos de siglo XXI. Cada vez hay tecnologías más potentes que permiten gestionar grandes volúmenes de datos y algoritmos que ayudan a los humanos a automatizar procesos mejorando la toma de decisiones.
El uso de este tipo de tecnologías en el sector energético es cada vez mayor. Así lo revela un informe de Infosys que cuantifica en un 30 % las compañías del sector que recurren a estas soluciones. Además, hay otro 20 % que reconoce que tiene intención de recurrir a ella y así lo contempla en sus planes.
El abanico de posibilidades que ofrece la IA ha crecido de forma exponencial en lo que llevamos de siglo XXI
El ahorro de costes es una de las razones por la que muchos negocios apuestan por la IA. Pero su aporte real va mucho más allá. Y redunda de forma muy positiva en la eficiencia de cualquier actividad.
¿Y en qué se traducen esos beneficios concretos? Estas son algunas de las aplicaciones que “triunfan” dentro del sector energético:
– Anticipar la demanda: es posible ajustarse a las necesidades sabiendo que van a variar de forma significativa en un determinado momento. Contar con información en tiempo real y un histórico de datos, conjugado con otras variables, se convierte en una herramienta poderosa para predecir comportamientos. En España, gracias a una base de datos de las tres últimas décadas y el análisis de hasta 14 variables, se ha logrado pronosticar el consumo energético previsto con un año de antelación.
– Mejorar la experiencia cliente: permite mejorar la estrategia de todos los canales de relación con clientes, no sólo digitales. La IA actúa como un agente más que ayuda a resolver las incidencias de los clientes, ofrecer servicios o productos más adecuados a cada tipo de cliente, gracias a los volúmenes de datos que se tienen de los mismos, y todo esto en un servicio 24/7 que va aprendiendo con cada interacción.
– Mantenimiento predictivo: otra gran ventaja propiciada por la IA es que, permite ir un paso por delante ante posibles incidencias en las redes. Tener un sistema monitorizado y recibir alertas con antelación permite que se intervenga antes de que pueda producirse un fallo. Aumenta la seguridad y evita en ocasiones que se paralice la actividad con el coste que eso conlleva.
– Eficiencia energética: gestionar mejor el suministro y el consumo, tanto doméstico como industrial, ya es posible con sistemas inteligentes. De esta forma, se está favoreciendo la eficiencia energética y, en consecuencia, se avanza en la línea de reducir las emisiones y ser más respetuosos con el medio ambiente, uno de los grandes retos a nivel global.
– Energías renovables: unido a esto último, dentro de la emergencia climática, juegan un papel determinante las energías renovables. Si bien tienen la gran ventaja de ser infinitas, están condicionadas por la meteorología (sol, viento, etc). La producción depende de ello y, para evitar la incertidumbre, la IA es una aliada en la predicción y permite tener una estimación de la cantidad de energía que se puede generar
Enagás, como operador referente de infraestructuras gasistas, está aplicando soluciones tecnológicas en esta línea a partir de técnicas de machine learning y de analítica avanzada. «Este proceso de digitalización, enmarcado dentro de la cultura de la innovación de la empresa, es un impulso necesario para completar la transición energética» apuntan desde la compañía.
“La adaptación de los sistemas e infraestructuras hacen posible una mejor gestión y mantenimiento gracias a la monitorización y a la capacidad de obtener datos en tiempo real. Estamos optimizando el funcionamiento de nuestra red que, en España, consta de unos 11.000 kilómetros de gasoductos, seis plantas de regasificación y tres almacenamientos subterráneos”, señalan.
Un ejemplo práctico se puede ver en sus tanques de GNL. Enagás emplea la IA, combinada con imágenes captadas por drones en tiempo real y computación en la nube, para hacer un seguimiento más eficaz en su mantenimiento. O, por mencionar otra innovación concreta, ha desarrollado una plataforma que optimiza el mantenimiento de los equipos críticos de las plantas y detecta anticipadamente posibles fallos mediante machine learning.
Esta es una pequeña muestra de la utilidad que tiene la IA en el sector energético. Su valor es innegable en la actualidad y la evolución en este campo augura mucho margen de mejora en el futuro. Tanto es así que la consultora Gartner concluye en uno de sus últimos informes que esta área liderará la inversión tecnológica de las empresas en 2025.