Daniel Hissel, director adjunto de la Federación de Investigación del Hidrógeno del CNRS (Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia), es uno de los principales expertos de Francia en este sector. En esta entrevista, Hissel nos ofrece su visión sobre el futuro del hidrógeno como un vector energético clave para descarbonizar sectores como la movilidad pesada y la industria. Además, analiza los retos tecnológicos y regulatorios que Europa debe superar para consolidar una verdadera economía del hidrógeno, desde el desarrollo de electrolizadores eficientes hasta la creación de una red de distribución de hidrógeno descarbonizado.
Con más de dos décadas de experiencia en investigación y desarrollo de tecnologías de hidrógeno, Daniel destaca cómo este recurso se convertirá en un vector esencial en el futuro energético, aunque no será la única solución. Su análisis invita a reflexionar sobre la madurez tecnológica y los desafíos que enfrenta Europa para liderar el despliegue del hidrógeno como una alternativa sostenible a nivel global.
En la transición energética, el hidrógeno desempeñará un papel importante como vector energético. No reemplazará a otras soluciones energéticas en todas partes y en todo momento. Este vector energético debe utilizarse donde aporte un valor añadido real en comparación con otras soluciones energéticas.
Podemos citar, en particular, la movilidad eléctrica pesada (para la cual las baterías son demasiado voluminosas y/o requieren tiempos de carga demasiado largos), la movilidad eléctrica intensiva (taxis, flotas de empresas, etc.), la descarbonización de ciertos sectores industriales (refinerías, cementeras, acerías, etc.), la producción de electricidad en sitios aislados (generadores alimentados por hidrógeno).
En proyección, la Agencia Internacional de Energía estima que el hidrógeno representará el 18% de los intercambios energéticos a escala global en 2050. Esto es, por lo tanto, enorme, especialmente en comparación con el nivel actual (alrededor del 1%), pero también subraya que la energía del hidrógeno no es la única solución para la transición energética. Es un eslabón esencial, pero no el único.
La Agencia Internacional de Energía estima que el hidrógeno representará el 18% de los intercambios energéticos a escala global en 2050
En mi opinión, los mercados primarios para la energía del hidrógeno son aquellos relacionados con la movilidad pesada, en carretera (camiones, autobuses) o fuera de carretera (trenes, tractores). También hay mercados relacionados con la producción de energía eléctrica (o incluso energía térmica en cogeneración) en sitios aislados de la red eléctrica. El uso de generadores de hidrógeno es particularmente relevante aquí. Podemos citar, por supuesto, zonas no interconectadas como islas, pero también sitios aislados en las montañas.
Los mercados primarios para la energía del hidrógeno son aquellos relacionados con la movilidad pesada, en carretera o fuera de carretera
Pero esto también concierne al suministro eléctrico de emergencia para aplicaciones que están conectadas eléctricamente a diario (generadores de emergencia para centros de emergencia, centros administrativos de mando y decisión, hospitales, etc.). Finalmente, las aplicaciones industriales del hidrógeno, aunque a menudo dependen de volúmenes más grandes de hidrógeno para ser movilizados, también pueden desplegarse bastante rápido, siempre que la producción y el uso estén co-localizados.
Los desafíos para Europa en el desarrollo de una economía del hidrógeno son múltiples. Por supuesto, hay desafíos tecnológicos: desarrollar electrolizadores, elementos de almacenamiento de hidrógeno, aplicaciones de hidrógeno (en particular a través de pilas de combustible de hidrógeno) que sean eficientes, sostenibles y a costos lo más bajos posible.
En relación con este desafío tecnológico, me parece fundamental medir cuidadosamente el impacto ambiental y social de las soluciones propuestas, en la escala del ciclo de vida completo de los productos desarrollados.
Luego, un elemento esencial está vinculado a la disponibilidad masiva de hidrógeno libre de carbono para abastecer a todo el ecosistema europeo de hidrógeno. Actualmente se están considerando diferentes soluciones, pero la producción masiva de hidrógeno libre de carbono mediante electrólisis del agua, a partir de recursos renovables o de electricidad libre de carbono, parece ser una vía muy interesante a escala europea. Esto, por supuesto, requerirá el establecimiento de una verdadera red territorial para la distribución de este hidrógeno descarbonizado. Obviamente, un punto importante es también el desarrollo de una verdadera industria del hidrógeno a escala europea, apoyada por una I+D dinámica.
El hidrógeno puede ser un eslabón esencial en la reindustrialización europea, pero debemos dotarnos de los medios, tanto políticos, regulatorios como sociales.
La energía del hidrógeno ya tiene una larga historia. Hemos pasado de un período inicial, esencialmente dedicado a demostradores piloto, especialmente en el campo de los usos.
Estamos entrando en una fase de despliegue masivo de tecnología
Ahora estamos entrando en una fase de despliegue masivo de tecnologías, porque la madurez tecnológica está ahí, el rendimiento de los objetos ha aumentado significativamente en los últimos años, y los costos de adquisición y operación están disminuyendo, aunque aún se beneficiarán de ser reducidos. Finalmente, está claro que el hidrógeno constituirá un eslabón esencial en nuestro futuro energético.