Iniciativas para una movilidad y un turismo sostenibles

9 agosto, 2021

Ya es posible recorrer mil kilómetros en un coche de hidrógeno verde, hacer un crucero en un barco movido por GNL y viajar en trenes cada vez más sostenibles

Esta es la época del año en la que mayor número de desplazamientos se realizan. Y conscientes de que el transporte genera tres cuartas partes de las emisiones de CO2 a la atmósfera, cada vez surgen nuevas formas de movilidad respetuosas con el planeta. Iniciativas que nos hacen ver que un futuro sostenible es posible y que no está tan lejos.

Mil kilómetros en coche, sin repostar y sin contaminar

Toyota realizó en junio una exhibición de capacidad, al batir un récord mundial de distancia recorrida utilizando energías limpias. Uno de sus vehículos (Toyota Mirai), consiguió recorrer 1.003 km de distancia sin repostar, utilizando únicamente hidrógeno verde.

Para lograrlo, utilizó diversas técnicas de conducción eficiente por las carreteras francesas. Nada más conseguir el récord, el vehículo estaba de nuevo preparado para ser conducido tras un repostaje de solo cinco minutos.

Aviones más sostenibles

Las líneas aéreas están en el punto de mira. Las operaciones aéreas resultan hoy un 70 % más eficientes que hace 40 años, pero las aerolíneas contaminan más, al haber muchos más aviones volando. Por ello, las compañías del sector trabajan para resolver un reto inmenso: reducir el impacto ambiental y ofrecer una experiencia de viaje responsable.

En este contexto, el desarrollo de biocombustibles (incluso de hidrógeno) resultará clave para poder alcanzar estos objetivos. Boeing se ha comprometido a que sus aviones resulten 100 % sostenibles para el año 2030.

Las compañías aéreas trabajan para resolver un reto inmenso: reducir el impacto ambiental y ofrecer una experiencia de viaje responsable

También Airbus presentó hace unos meses varios modelos de avión propulsados por hidrógeno que podrían estar en funcionamiento para 2035, convirtiéndose en las primeras aeronaves de pasajeros con cero emisiones. Actualmente, la compañía está realizando inversiones en combustibles alternativos para mejorar la sostenibilidad y eficiencia de sus aviones.

Turismo en tren, turismo eficiente

Desde un punto de vista de consumo energético, el tren es el medio de transporte más eficiente. Las emisiones de CO2 emitidas por pasajero son diez veces menores que las que generaría en el mismo trayecto un pasajero que utilice el avión. Si lo comparamos con el coche, unas seis veces menores.

Resulta curioso ver que, a pesar de las ventajas que ofrece el tren, solo el 7 % de los pasajeros y el 11 % de las mercancías, aproximadamente, viajan en ferrocarril. En España se encuentra en desarrollo una hoja de ruta ferroviaria entre Renfe, Enagás y otros agentes del sector para la transformación de todos los segmentos de tracción a GNL y los puntos de suministro asociados.

También son destacables los proyectos de introducción de hidrógeno en el transporte ferroviario para avanzar en su progresiva descarbonización. Proyectos como H2Rail, que determinan la viabilidad y el ámbito de aplicación de soluciones de hidrógeno verde para tracción ferroviaria y para la infraestructura logística asociada.

El esfuerzo del sector cruceros

El sector marítimo es otro de los que más está haciendo por mantener el ritmo en su carrera hacia la neutralidad climática. Diferentes líneas como Costa Cruceros, Aida Cruceros, Carnival, P&O Cruises o Disney Cruceros están incluyendo en sus flotas barcos que utilizan GNL.

El GNL es a día de hoy el combustible más limpio entre los disponibles para el transporte pesado, incluyendo grandes barcos de transporte de mercancías y viajeros. Respecto a los combustibles tradicionales, elimina el 100% las emisiones de óxidos de azufre (SOX) y reduce un 80-90% las de óxidos de nitrógeno (NOX) y un 20-30% las de CO2, lo que supone un ahorro de dos millones de toneladas en una década y una mejora de la calidad del aire.

El GNL es a día de hoy el combustible más limpio entre los disponibles para el transporte pesado

Es una alternativa hasta que se desarrollen nuevas tecnologías que nos permitan llegar a la descarbonización total del sector, en la que desempeñarán un papel fundamental los gases renovables, como el hidrógeno verde.

El camino hacia la descarbonización del transporte está en proceso de llegar a destino, pero existen conciencia, empeño y proyectos que demuestran que cada vez estamos un poco más cerca de conseguirlo.