Hablamos con Ana María Azuela, ingeniera de proyectos en E4Efficiency, donde se encarga de la coordinación y gestión de proyectos de eficiencia energética en plantas de regasificación, tanto en la parte técnica como en la parte económica. Ana es graduada en Ingeniería de la Energía y Máster en Instrumentación y Control de Procesos.
E4efficiency es una startup nacida en 2017 en el programa de emprendimiento de Enagás, Ingenia Business, para llevar a cabo proyectos de eficiencia energética en las plantas de regasificación, poniendo el foco en el aprovechamiento del frío contenido en el GNL.
Desde nuestra startup ofrecemos a los clientes la posibilidad de consumir frío ecológico, generado a partir de lo que actualmente es considerado un residuo, reduciendo así su huella de carbono hasta en un 90 %.
Esta energía de frío está siendo normalmente desaprovechada en los vaporizadores tradicionales de las plantas de regasificación, en los que se calienta el gas usando una enorme corriente de agua que se enfría y se devuelve al mar. No se aprovecha por tanto la energía térmica contenida en el GNL.
Mis mayores referentes los he tenido y los tengo en casa. Llevo, desde que tengo uso de razón, escuchando hablar a mi padre de sus responsabilidades en la Planta de Enagás de Huelva, despertando en mí la curiosidad por distintos aspectos industriales.
Con ese sonido de fondo, desde muy pequeña tuve claro que las ciencias ocuparían mi carrera profesional, si bien no me decanté por la Ingeniería de la Energía hasta el momento de elegir carrera. De esta forma, en 2011, con nuestro país intentando salir de una profunda crisis económica, consideré que la energía y especialmente la eficiencia energética, sector en el que me especialicé, jugarían un papel fundamental en la búsqueda de soluciones a nuestros problemas.
Consideré que la energía y especialmente la eficiencia energética jugarían un papel fundamental en la búsqueda de soluciones
Pienso que es un proceso que debe empezar desde la base, haciéndole ver a las niñas desde pequeñas que ese mundo existe y es posible también para ellas y no solo para los niños.
Las charlas orientativas en estas etapas pueden ser una herramienta muy útil para ello. Considero importante que estas charlas empiecen en edades tempranas y que sean ofrecidas por mujeres, para darle la posibilidad a las niñas de soñar y jugar no solo a ser enfermeras, veterinarias o amas de casa, sino que también lo hagan y se diviertan poniéndose un casco y usando herramientas de juguete.
La publicidad en general, políticas en favor de la igualdad y la educación y costumbres en la familia, evidentemente, también juegan un papel importante.
Mi consejo es que sean valientes, en varios aspectos, primero para entrar en este mundo en el que somos minoría, siendo conscientes de que en las reuniones y los grupos de trabajo- al menos a corto plazo- será difícil encontrar a una mujer a tu lado.
Luego para plantar cara a quienes cuestionen y crean que este no es sitio para mujeres, demostrando que el casco, la bata, los planos y las calculadoras son unisex; y por último también para ser el espejo en el que se miren las más pequeñas, porque siempre habrá nuevas generaciones que necesiten referentes en los que basarse.
Siempre habrá nuevas generaciones que necesiten referentes en los que basarse, debemos ser el espejo en el que se miren las más pequeñas
En mi opinión la innovación y el emprendimiento son la vía para llevar a cabo una transición energética gradual y efectiva. En este sentido creo que las startups pueden jugar un papel fundamental, especialmente en grandes empresas que desarrollan un negocio tradicional.
Estas startups son una buena forma de promover la innovación en los procesos industriales que se están llevando a cabo actualmente para mejorar y transformar dichos procesos. Este es el caso de e4efficiency, que actúa sobre el core business de Enagás, haciendo más eficiente el proceso de regasificación del gas natural licuado al aprovechar el frío contenido en el GNL y ponerlo a disposición de los clientes.