La transición híbrida (twin transition en inglés) se refiere a una transformación que va más allá de modelos de negocio, procesos de la cadena de valor o tecnológicos por separado. Se trata un enfoque holístico que implica tener en cuenta los criterios ESG en la toma de decisiones de la compañía y en sus planes estratégicos apalancados en la digitalización como principal acelerador.
El concepto lo ha utilizado la Comisión Europea para describir la estrategia de la UE para un futuro basado en la digitalización y la sostenibilidad; dos prioridades políticas que darán forma a nuestro futuro a largo plazo. Se considera que esta transformación, con dos transiciones interconectadas, es necesaria para alcanzar una economía más competitiva, sostenible y resiliente; y en consecuencia un mayor bienestar social.
La transición híbrida es necesaria para alcanzar una economía más competitiva, sostenible y resiliente; y en consecuencia un mayor bienestar social
Tanto la transición energética como la digital son un objetivo ansiado por muchos países y organizaciones del mundo, habiéndose popularizado en los últimos años por separado, aunque el verdadero potencial se alcanza cuando se consideran como dos partes de un todo. Porque lo digital amplifica la sostenibilidad y viceversa:
A veces, las dos transiciones pueden chocar, ya que la digitalización utiliza energía y muchas tecnologías son intensivas en este sentido, además de generar residuos. Por eso es imprescindible tener estrategias twin transition que hagan posible un crecimiento sostenible y responsable de la tecnología.
La twin transition del sector energético
El sector energético es un caso paradigmático de transición gemela, al ser un ámbito que se encuentra en un proceso de transformación para cumplir con los compromisos de neutralidad climática y de digitalización sostenible. Las empresas energéticas están, por tanto, adaptándose de manera efectiva a los cambios derivados de la transición energética y la revolución tecnológica.
El sector energético es un caso paradigmático de transición gemela
Y es que las tecnologías digitales les permiten comprender mejor las condiciones de sus activos, las infraestructuras y las redes de distribución, mientras integran diferentes tipos de suministros y ayudan a los usuarios ahorrar energía.
Las innovaciones en mantenimiento predictivo, análisis de datos o captura de datos en tiempo real, así como el monitoreo en todo momento, son cada vez más importantes para el éxito de los nuevos proyectos energéticos sostenibles.
A ello se suman, por ejemplo, la inteligencia artificial, con modelos predictivos o los gemelos digitales, que son tecnologías que ayudan a modelizar escenarios futuros teniendo en cuenta diferentes variables. Esto ayuda a implementar iniciativas en contextos reales de una forma más ágil.
En definitiva, todas las innovaciones tecnológicas tienen un gran potencial para transformar procesos del sector energético para hacerlo más sostenible y eficiente, desde la automatización hasta la ciberseguridad, pasando por la inteligencia artificial, el despliegue de sensores para captar datos industriales, el big data o la robótica colaborativa.
Potencial para las organizaciones
Las estrategias digitales y sostenibles pueden (y deben) desarrollarse como un conjunto. Siguiendo una hoja de ruta definida, las organizaciones pueden reducir su impacto ambiental, mejorar su oferta digital y contribuir al objetivo de no dejar a nadie atrás y a un crecimiento sostenible y no sólo financiero, legado para las generaciones futuras.
Pero es que, además, la twin transition tiene un alto potencial para transformar a las organizaciones y hacerlas más competitivas, impulsando criterios ESG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo) en toda su cadena de valor. Al integrar estos criterios en las estrategias empresariales, se impulsa una transición más equilibrada y sostenible y socialmente responsable.
Las estrategias digitales y sostenibles impulsan una transición más equilibrada y sostenible y socialmente responsable
La digitalización tiene un alto impacto, por ejemplo, en el reporte de los resultados financieros de cualquier organización; pero también sirve para mejorar la sostenibilidad, la responsabilidad social y el gobierno corporativo. Por ejemplo, la tecnología blockchain es de gran ayuda para mejorar la seguridad, la transparencia y la trazabilidad de la cadena de suministro.
Estamos ante un momento decisivo para la acción climática, y la digitalización tiene un papel determinante si queremos apostar por un desarrollo sostenible.