En un mundo en constante transformación, la sostenibilidad emerge con fuerza como la estrategia para abordar los retos globales y avanzar hacia un futuro más responsable con la sociedad y el medio ambiente.
Y es que la conciencia ecológica y social ha despertado con una fuerza renovada en los últimos años, aspecto que se viene reflejando en las crecientes regulaciones en materia de sostenibilidad que se están desarrollando.
Esto conlleva una necesidad de integrar la sostenibilidad en la gestión, ya que es un reto que todos, pero especialmente las empresas deben afrontar de cara a mejorar su competitividad a largo plazo, prevenir y mitigar riesgos y aprovechar oportunidades. En definitiva, para asegurar su viabilidad en el medio y largo plazo.
Por ello, resulta imprescindible contar con herramientas que permitan evaluar y comparar sus compromisos y objetivos en sostenibilidad, así como su grado de avance hacia la consecución de los mismos.
La sostenibilidad emerge con fuerza como la estrategia para abordar los retos globales y avanzar hacia un futuro más responsable
En este escenario, los índices y ratings de sostenibilidad se erigen como valiosos compañeros de viaje, trazando un camino de transparencia, innovación y progreso hacia un mundo más verde y equitativo.
Los ratings de sostenibilidad son herramientas que miden el desempeño respecto a los distintos ámbitos relacionados con la sostenibilidad (ambiental, social y de gobierno corporativo); los conocidos como criterios ESG, teniendo en cuenta entre otros aspectos, el sector y el contexto de operación de una compañía en concreto. El resultado determina la presencia de las compañías evaluadas en los índices de sostenibilidad.
En este sentido, son una parte fundamental en el reporte a los distintos grupos de interés. Especialmente para los inversores, que demandan cada vez un mayor acceso a información precisa y completa sobre las empresas, que permita conocer cómo generan valor en el presente y en el futuro a partir de información sobre la situación global de las compañías. No solo en términos económicos sino en cuanto a su gestión: estrategia, modelo de negocio, riesgos, desempeño, etc.
Los índices y ratings de sostenibilidad se erigen como valiosos compañeros de viaje, trazando un camino de transparencia, innovación y progreso
De esta forma, la evaluación anual que realizan los índices y ratings de sostenibilidad permite a los distintos agentes externos, como son los inversores, disponer de forma rápida y sencilla de información de utilidad de la compañía en su desempeño en el ámbito de la sostenibilidad; siendo en muchos casos información complementaria de gran utilidad de cara a posibles análisis en decisiones de configuración de sus carteras de inversión.
Adicionalmente, tienen una utilidad clave, ya que la información que se obtiene tras la evaluación es esencial de cara a realizar análisis de materialidad y definir planes de acción.
Entre los más conocidos índices de sostenibilidad están el Dow Jones Sustainability Index (con 600 indicadores que dan una puntuación global entre 1 y 100) o el FTSE4Good Index (que analiza 300 indicadores para crear un ranking de compañías que cotizan en las bolsas de valores de todo el mundo).
1. Recopilan los datos para medir y comparar de una forma estándar el desempeño de las empresas. Esto facilita a los inversores, o cualquier otro grupo de interés, la toma de decisiones informadas para evaluar la gestión de riesgos o las oportunidades.
2. Permiten establecer puntuaciones o clasificaciones para crear incentivos que posibiliten la mejora del desempeño en sostenibilidad. Las empresas con mejores resultados tienen una mayor visibilidad y se les abre un amplio abanico de oportunidades (acceso a financiación, contratación pública, preferencia de los consumidores, etc.).
3. Promueven la transparencia y la rendición de cuentas, fomentando una mayor responsabilidad social corporativa y ayudando a identificar puntos de mejora. Esto repercute positivamente en la confianza de los inversores y los consumidores, que pueden evaluar el impacto de una compañía en el entorno.
4. Contribuyen al cumplimiento normativo, al ser cada vez más los reguladores que exigen el reporte de información de sostenibilidad.
5. Fomentan la innovación y la mejora competitiva con objetivos y mediciones del progreso que ayudan a identificar puntos fuertes, detectar áreas de mejora y desarrollar nuevas soluciones. A su vez, es un impulso para satisfacer las demandas del consumidor actual, más concienciado, y la atracción del mejor talento.
El energético es un ejemplo de sector en el cual los índices y ratings de sostenibilidad desempeñan un papel muy relevante, pues son esenciales para el impulso de prácticas empresariales más sostenibles. Medir, comparar y comunicar de una forma transparente es la mejor manera de rendir cuentas y tomar decisiones basadas en la realidad.
Enagás mantiene un firme compromiso con la sostenibilidad, que se ve reflejado en todas sus operaciones, reconocidas globalmente con una de las puntuaciones más altas del sector energético en el Dow Jones Sustainability Index (88/100),la calificación ESG más alta de su sector en el FTSE4Good Index (4,5/5) y el liderazgo sectorial en el Gender Equality Index de Bloomberg en 2023.