La transición energética es el gran desafío al que se enfrenta, justamente, el sector energético. No solo por la necesidad de ir hacia fuentes de energías más limpias o renovables, sino por el reto de encontrar el talento profesional adecuado para hacerlo posible. Se estima que en los próximos seis años se crearán 2,5 millones de empleos en virtud del Pacto Verde Europeo, según el Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (Cedefop). A nivel global, Manpower amplía esta cifra hasta los 30 millones en sectores relacionados con la transición energética.
Ante este nuevo reto sectorial, el capital humano es fundamental. Profesionales cualificados a nivel académico, con experiencia, que se caracterizan por su creatividad y su compromiso con las empresas y el sector serán quienes lideren con éxito la transición energética a través de los denominados empleos verdes.
En los próximos seis años se crearán 2,5 millones de empleos en virtud del Pacto Verde Europeo
El sector del hidrógeno renovable está creciendo y generando una gran demanda de profesionales especializados, tanto en formación técnica como de gestión, investigación, regulación o a nivel comercial. Tal es la importancia de este vector energético, que la Unión Europea prevé para 2030 producir diez millones de toneladas de hidrógeno verde e importar otros diez millones de terceros países. Bajo estas perspectivas, el talento humano será determinante.
Estudios como el realizado por la consultora Worldwide Recruitment Energy, identifican qué perfiles son los más demandados por el sector. Algunos de ellos son:
– Ingeniería en general y, en concreto, ingeniería química. Son profesionales necesarios para diseñar, desarrollar e implementar soluciones basadas en el hidrógeno verde. También para explorar alternativas como el uso eficiente de pilas para el almacenamiento y utilización de esta energía.
– Personas expertas en desarrollo de negocio y comerciales. Se encargan de identificar, evaluar y captar oportunidades de mercado, establecer alianzas estratégicas, gestionar proyectos y clientes, y promover la innovación y la competitividad del sector.
– Especialistas IT. Se encargan de aplicar las tecnologías de la información y la comunicación al sector del hidrógeno para mejorar su eficiencia, fiabilidad, seguridad y sostenibilidad, así como para facilitar la participación activa de los consumidores y los prosumidores (productores y consumidores de energía).
– Personas con conocimientos técnicos en instalación, operación y mantenimiento de sistemas de hidrógeno. Se encargan de garantizar el correcto funcionamiento, la calidad y la seguridad de los equipos e infraestructuras relacionados con el hidrógeno, como los electrolizadores, las estaciones de recarga, los vehículos de hidrógeno o las redes inteligentes.
– Personas expertas en investigación y desarroll0 de energías renovables. Son profesionales que exploran nuevas fuentes de energía limpia, como la mareomotriz, la solar térmica de concentración, la solar orgánica o la fusión nuclear. A su vez, investigan la manera de integrarlas con el hidrógeno verde.
– Especialistas en RSE. Este perfil actúa como un asesor estratégico que acompaña a la alta dirección de las empresas durante el proceso de planificación, puesta en marcha y seguimiento de las políticas de responsabilidad social empresarial. Para el sector energético, incluido el del hidrógeno verde, este es un rol muy demandado debido al creciente interés corporativo por integrar los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza).
– Especialista en derecho y regulación energética. El auge de nuevas fuentes de energía como el hidrógeno precisa de profesionales capaces de entender los diferentes marcos regulatorios, mercados y políticas, con el fin de tomar decisiones y adaptarse a los nuevos contextos de producción, transporte, almacenamiento y consumo.
Estos perfiles requieren una alta cualificación, una formación continua y una adaptación al cambio. La mayoría de proyectos que requieren de estos profesionales están en fase de desarrollo, crecimiento o transformación, por lo que también se valoran muy positivamente las denominadas habilidades blandas o soft skills, como la creatividad, comunicación, trabajo en equipo, liderazgo u orientación a resultados.
La Unión Europea prevé para 2030 producir diez millones de toneladas de hidrógeno verde
La transición energética ha generado una gran demanda de formación especializada, tanto a nivel universitario como de formación profesional. Algunas de las nuevas carreras que han surgido en este campo son las siguientes:
– Máster en Hidrógeno y Pilas de Combustible. Este máster ofrece una formación avanzada y multidisciplinar en tecnologías clave para la transición energética, como alternativas limpias y eficientes para la generación, el almacenamiento y el uso de dicha energía. En el máster se diseña, desarrolla e implementan soluciones basadas en el hidrógeno y las pilas de combustible, tanto para la generación, el almacenamiento y el uso de la energía, como para la movilidad sostenible.
– Grado en Ingeniería de la Energía. Forma a profesionales capaces de diseñar, gestionar y evaluar sistemas energéticos, con especial énfasis en las energías renovables, la eficiencia energética y el impacto ambiental.
– Grado en Ciencias Ambientales. Forma a profesionales capaces de analizar, diagnosticar y resolver los problemas ambientales. Se adquieren conocimientos sobre las diferentes fuentes de energía, tanto convencionales como renovables, así como sobre la eficiencia energética, el impacto ambiental y la normativa aplicable. Sus salidas profesionales son múltiples, aunque muchas de ellas relacionadas con la función pública, como la gestión del medio natural (para el control de especies invasoras), en empresas privadas en el departamento de calidad ambiental, gestionando certificados de calidad relacionados con el medioambiente, o realizando consultoría y evaluación de impacto ambiental.
– Máster en Energías Renovables y Sostenibilidad Energética. Es una formación especializada y constantemente actualizada en las energías renovables. Se adquieren capacidades para planificar, implementar y supervisar proyectos de energías renovables, con especial énfasis en la innovación tecnológica, la integración en el sistema energético y la viabilidad económica y social. Al igual que en los casos anteriores, sus salidas profesionales están relacionadas con la empresa privada o la administración pública: centros de investigación, organismos públicos reguladores o en empresas de fabricación o instalación de maquinaria de energías renovables.
– Ciclo Formativo de Grado Superior en Energías Renovables. Forma a profesionales capaces de instalar, operar y mantener sistemas de energías renovables, como la eólica, la solar fotovoltaica, la termo solar, la biomasa o la hidráulica. Las salidas profesionales se centran en la instalación y mantenimiento de instalaciones de energías renovables o en el control de las mismas.