La diversidad es una cualidad en cualquier entorno de trabajo. Las empresas, como parte de la sociedad, comprenden la necesidad de protegerla y fomentarla en sus equipos; pero, además, son cada vez más conscientes de la relevancia que esto tiene.
La unión del talento senior y junior es una buena muestra de diversidad enriquecedora, porque contar con un equipo formado por personas con características, experiencias y visiones distintas aporta diferentes perspectivas y esto fortalece una organización.
Según los estudios sobre ‘Talento Intergeneracional’ y ‘Liderazgo Intergeneracional’ del Observatorio Generación y Talento, a día de hoy, las compañías presentan plantillas cada vez más heterogéneas en lo relativo a la edad y no es raro encontrar entre tres y cinco generaciones conviviendo en la misma coyuntura laboral: Tradicionales, Baby Boomers, Generación X, Generación Y, Generación Z. Asimismo, afirman que ninguna de ellas tiene el mismo modo de proceder, valores, conocimientos y circunstancias vitales. Sin embargo, el denominador común es que todas son fuente de riqueza para una organización.
Ya hablamos anteriormente en este blog de que, cuando nos enfrentamos a un desafío, todas las ideas y puntos de vista son bienvenidos para encontrar una solución. Y esto es precisamente lo que ocurre ante un reto como la transición energética; que la convergencia del talento se vuelve imprescindible.
Se requiere de todo el talento disponible, independientemente de la variable de la diversidad en la que resida, como la edad. Y es que desde un punto de vista generacional, la suma de la experiencia se convierte en una ventaja competitiva.
La combinación de talento senior y junior ayuda a desarrollar equipos más fuertes, resilientes y cohesivos. Las compañías deben armonizar los nuevos conocimientos con la experiencia; la novedad con la tradición; los nuevos modelos de comunicación con la gestión tradicional de las relaciones; etc.
La suma de la experiencia se convierte en una ventaja competitiva
Además, el trabajo colaborativo entre personas de distintas edades favorece el desarrollo de habilidades e ideas para impulsar proyectos innovadores, como requiere la transición energética. Y la diversidad de valores, motivaciones, prioridades, conocimientos y experiencias permite alcanzar soluciones más robustas. ¿Por qué? Porque alcanzar el consenso es más complejo, se analizan distintas opciones y la diversidad de conclusiones minimiza la exposición al riesgo en la toma de decisiones.
La diversidad intergeneracional debe formar parte de la estrategia de las compañías y ser impulsada desde la alta dirección
Para ello es necesario que esta diversidad intergeneracional forme parte de la estrategia de las compañías y sea impulsada desde la alta dirección, favoreciendo que las personas puedan cocrear y generar valor para el conjunto.
El talento senior es clave en la resolución de todo tipo de desafíos, ya que aporta la experiencia necesaria para identificar y abordar los problemas más críticos. Además, su capacidad de liderazgo y habilidad para la toma de decisiones en situaciones difíciles puede ser de gran valor en momentos de incertidumbre.
Por otro lado, el talento junior es clave para la innovación y la introducción de nuevas ideas y tecnologías. Los jóvenes talentos aportan un enfoque fresco y una perspectiva única sobre los problemas, a lo que se suma su habilidad para pensar “fuera de la caja” y proponer soluciones creativas.
La combinación de talento senior y junior en todos los ámbitos y, especialmente en el campo de la transición energética, puede ser altamente efectiva
Además, la contratación de jóvenes profesionales es una oportunidad para desarrollar la fuerza laboral con un mejor aprovechamiento de los recursos: encontrar y contratar a los mejores es el reto de las compañías, pero desarrollar el talento está en manos de la propia empresa. Y cada vez más resulta fundamental un equipo de profesionales que reúna las competencias y habilidades necesarias para hacer frente a la realidad del mundo actual.
Por tanto, la combinación de talento senior y junior en todos los ámbitos y, especialmente en el campo de la transición energética, puede ser altamente efectiva. No hay duda de que las empresas que fomenten la diversidad intergeneracional y la inclusión en su fuerza laboral pueden tener una ventaja en la carrera hacia la descarbonización y la sostenibilidad.