ODS7 y el hidrógeno verde: una solución para la energía del futuro
Nov 12, 2024
Sostenibles
La COP29 de Bakú, en la que han participado delegados de 200 países del mundo, ha acordado una financiación climática por la que los países desarrollados tendrán que aportar, al menos, 300.000 millones de dólares anuales durante la década que viene (2025-2035), destinados a los estados con menos recursos, además de incrementar la financiación a los estados insulares y a los menos desarrollados.
Aunque el objetivo de financiación ha alcanzado una cifra histórica, esta queda bastante lejos de las demandas de los propios países en desarrollo, que prevén que son necesarios entre 455.000 y 584.000 millones de dólares al año, según recoge el propio documento del acuerdo.
La financiación ha sido el eje central y el caballo de batalla de esta COP29. El nuevo objetivo de financiación (Nuevo Objetivo Colectivo y Cuantificado, o NCQG por sus siglas en inglés) sustituye al anterior, acordado en 2009 y según el cual los países desarrollados se habían comprometido a entregar para 2020 unos 100.000 millones de dólares anuales al Fondo Verde para el Clima.
El nuevo acuerdo sustenta la Hoja de Ruta de Bakú a Belem, donde se celebrará la COP30 de Brasil, para seguir avanzando hacia una nueva meta colectiva cuantificada de 1,3 billones de dólares.
Simon Stiell, secretario ejecutivo de ONU para el Cambio Climático, pedía al arranque de esta cumbre que fuera una COP “firme”, y que reconociera que la financiación climática es una actividad fundamental para salvar la economía global y a miles de millones de vidas y medios de subsistencia de los “devastadores” impactos climáticos.
La financiación climática es una actividad fundamental para salvar la economía global
Stiell incidía en que todo el planeta pagará un “precio terrible” si al menos dos tercios de los países del mundo no pueden permitirse reducir rápidamente sus emisiones. “Además, toda la economía mundial podría colapsarse si los países no son capaces de reforzar sus cadenas de suministro”, enfatizaba.
Además, los países representados en la COP29 han logrado un acuerdo sobre el comercio de emisiones de carbono y la creación de un mercado mundial regulado para cumplir con los objetivos del articulo 6 del Acuerdo de París, que insta a los países a cooperar para reducir sus emisiones de carbono. En virtud del mismo, un país puede transferir a otro los créditos de carbono que haya conseguido mediante la reducción de sus emisiones.
Los países representados en la COP29 han logrado un acuerdo sobre el comercio de emisiones de carbono
De este modo, los países que liberen poco CO2 pueden vender derechos de emisión a quienes más generen, bajo la gestión de Naciones Unidas, con garantías de contabilidad y registro de intercambios.
Según la presidencia de la COP29, los flujos de financiación desde los mercados de carbono compatibles podrían alcanzar el billón de dólares de aquí a 2050. Además, esos flujos tienen el potencial de reducir el coste de implementar los planes nacionales climáticos en 250.000 millones de dólares año.
Francisco de la Flor, Director de Representación Sectorial y Multilateral de Enagás, y Presidente del Grupo de Expertos de Gas de Naciones Unidad ECE, ha asistido a la COP29 y ha participado en varias sesiones, en las que ha puesto en valor el compromiso de la compañía con la descarbonización y su apuesta por el hidrógeno verde mediante el desarrollo de diferentes proyectos en este ámbito.
Francisco de la Flor ha puesto en valor el compromiso de Enagás con la descarbonización y su apuesta por el hidrógeno verde
En concreto, en el evento “Aceleración de la transición energética a través del compromiso de los grupos de interés en el despliegue y financiación de los gases renovables”, los panelistas, entre los que se encontraba el directivo de Enagás, han resaltado la relevancia de una colaboración activa entre todos los grupos de interés para hacer realidad la financiación y el despliegue acelerado de soluciones sostenibles, como el biometano y el hidrógeno renovable.