La diversidad siempre ha existido aunque en ámbitos empresariales no siempre se ha tenido en cuenta. Afortunadamente, esta realidad está cambiando gracias a compañías que, entre otras acciones, crean entornos seguros y respetuosos para expresarse, promocionan la interacción entre personas diferentes o ponen en valor la diversidad y la tolerancia, considerando la diversidad una ventaja competitiva.
Las culturas y modos de pensar diferentes dependen de múltiples factores: origen, formación, circunstancias familiares, género, características hereditarias, etc. Pero la diversidad en la empresa no es solo la contratación de personas diversas; es crear una cultura empresarial que celebre la inclusión en un marco de tolerancia y respeto. Esa cultura se convierte en el motor que impulsa a la empresa hacia un futuro más sostenible y equitativo, adaptándola a los continuos cambios que se producen en el entorno.
La cultura empresarial se convierte en el motor que impulsa a la empresa hacia un futuro más sostenible y equitativo
Al fusionar distintas voces y visiones se construyen empresas más fuertes que forjan un futuro más sostenible para todos, alcanzando los objetivos corporativos e impulsando el crecimiento económico. Además, las diferencias en los hábitos, los distintos idiomas y formas de pensar, lejos de ser una dificultad, son mecanismos para dar un buen servicio a toda la sociedad y mejorar la experiencia de empleado con un impacto positivo en la capacidad de retener y atraer talento.
En un mundo diverso, lo lógico es crear organizaciones diversas; más aún cuando enfrentamos retos globales y complejos. La colaboración entre personas con distintas culturas y pensamientos es clave para aportar una mayor variedad de perspectivas que permitan encontrar soluciones de una forma más ágil y efectiva, superando obstáculos o cambios inesperados.
Una amplia gama de experiencias y enfoques acelera la adopción de soluciones novedosas, como las tecnologías limpias en el sector energético. Así, con equipos diversos, las empresas están mejor preparadas para identificar y aprovechar las oportunidades gracias a una mejor comprensión de las necesidades de los clientes o a una adaptación más ágil a los cambios del mercado.
Una amplia gama de experiencias y enfoques acelera la adopción de soluciones novedosas
Según un estudio realizado por McKinsey, las organizaciones con mayor diversidad cultural tienen un 33 % más de probabilidad de superar a sus competidores en innovación; es decir, son más capaces de generar ideas que pueden transformar en productos o servicios novedosos que resultan útiles.
Así, la diversidad cultural y de pensamiento está redefiniendo también el panorama energético. La integración de perspectivas diversas es, además de una cuestión de justicia social, una estrategia esencial en la lucha contra el cambio climático a través de la transición energética. Los equipos diversos son más efectivos en la toma de decisiones, al estar menos sujetos a sesgos cognitivos, lo que propicia la búsqueda y el hallazgo de mejores alternativas.
La diversidad cultural y de pensamiento está redefiniendo también el panorama energético
La evolución de las formas en las que producimos, almacenamos, transportamos y utilizamos la energía es un claro ejemplo del valor de la diversidad. Basada en el desarrollo sostenible y la transformación digital, la transición energética requiere un desafío constante de las convenciones. La diversidad fomenta la creatividad y abre el camino hacia soluciones innovadoras, llegando a mejorar los procesos de búsqueda de alternativas y mejoras en un 20 %. Porque al integrar distintas formas de pensar, las empresas pueden enfrentar dilemas complejos y desarrollar las tecnologías vanguardistas necesarias para, por ejemplo, combatir el cambio climático. Y no solo eso, sino que la diversidad también permite detectar riesgos, reduciéndolos hasta en un 30 %.
La diversidad cultural y de pensamiento es, por tanto, un reflejo de la realidad social; pero, sobre todo, una herramienta de cambio y mejora que enriquece los procesos dentro de las organizaciones y que fortalece sus estructuras por la vía de la colaboración. Un equipo diverso es un equipo abierto al aprendizaje, la mejora continua y al abordaje de cualquier reto; cualidades que definen a las empresas que quieran seguir siendo competitivas en el largo plazo.