La pandemia originada por la Covid-19 ha provocado un estado general de incertidumbre. Nuestra vida se ha visto transformada por una situación nunca antes vista, y los cimientos de nuestro día a día, alterados de manera relevante: trabajo, educación y relaciones interpersonales son solo algunos de los ejemplos.
Se cumplen ahora cinco años desde que los representantes de la gran parte de los países del mundo se adhirieron a la Agenda 2030, que contemplaba la consecución de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible para ese año. Entre ellos, la necesidad de poner fin a la pobreza, acabar con el hambre, asegurar una educación de calidad y lograr la igualdad de género. En todos ellos trabajábamos cuando surgió la Covid-19, creando un punto de inflexión y provocando una mayor acentuación de las desigualdades contras las que ya estábamos luchando.
2020 era, sin duda, un año decisivo ya que arrancaba la “Década de acción” en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Con la llegada de la pandemia y conscientes de las numerosas urgencias que iban a surgir de forma imprevista, desde el Pacto Mundial alertaron de los posibles efectos que podría tener la Covid-19 en el cumplimiento de los objetivos a 2030.
Fuente: Pacto Mundial
Sin embargo, tal y como han afirmado diversos expertos del mundo de la economía, la política y la empresa, así como la Ministra para Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, la sostenibilidad se ha situado desde el inicio de la pandemia como uno de los ejes imprescindibles para la recuperación. ¿Seremos entonces capaces de mantener la apuesta por el desarrollo sostenible y los ODS?
Con la llegada de la pandemia y conscientes de las numerosas urgencias que iban a surgir de forma imprevista, desde el Pacto Mundial alertaron de los posibles efectos que podría tener la Covid-19 en el cumplimiento de los objetivos a 2030.
Numerosos sectores de la sociedad, entre los que se encuentran compañías como Enagás, ya han respondido al llamamiento del Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, para movilizarse en esta ‘Década de acción”. Desde la Organización de las Naciones Unidas ponen de relieve la necesidad de acelerar las soluciones sostenibles dirigidas a hacer frente a los principales desafíos del mundo. En concreto, la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas reduce estos desafíos, fundamentalmente, a tres:
“La financiación de la agenda 2030 ya suponía un reto antes de comenzar la crisis. Su déficit anual se estimaba entre 2 y 4 billones de dólares hasta 2030, una brecha económica que ya resultaba difícil de cerrar incluso a pesar del incremento en ISR (Inversión Socialmente Responsable) que se producía antes de la pandemia”.
Según el Pacto Mundial, “la pandemia es una prueba para las sociedades, los gobiernos, las empresas, las comunidades y los individuos que deberán hacer frente unidos a las desigualdades que ya existían y que están siendo acrecentadas por la crisis actual: la desigualdad económica, racial, de género, etc”.
Y es necesario hacerlo a pesar del parón que ha sufrido la economía mundial, porque “el cambio climático sigue avanzando. El mundo se ha comprometido a mantener el aumento de la temperatura mundial en 1,5ºC, pero sigue en una peligrosa senda de 3ºC”.
Según el informe presentado por la principal autoridad de Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA), si se hubiera avanzado más rápido en el desarrollo de los ODS, hubiéramos estado mejor preparados para hacer frente a la Covid-19: “Mejores sistemas sanitarios, un medio ambiente más saludable y menos personas en situación de pobreza y desigualdad”. Por ello, desde la Red Española del Pacto Mundial se solicita el impulso a la iniciativa y se anima a que los diferentes organismos trabajen de acuerdo con el mensaje de la Agenda 2030 que pide “no dejar a nadie atrás” en esta recuperación.