Hoy 23 de junio es una fecha para reivindicar el papel de todas las mujeres que dedican su esfuerzo y conocimiento a derribar estereotipos y dejar una huella indeleble en el mundo de la ingeniería.
Por eso, hoy queremos reconocer y valorar su inmenso talento, así como seguir fomentando la igualdad de oportunidades para las futuras generaciones de mujeres que sueñan con convertirse en ingenieras y contribuir a hacer un mundo mejor.
Tal y como lo hicieron estas cinco pioneras que superaron todos los obstáculos para formar parte de la historia en el campo de la energía con sus cálculos precisos, sus diseños innovadores, sus proyectos revolucionarios y su perseverancia.
Destacada ingeniera eléctrica que dejó una profunda huella en el mundo de la energía con sus análisis y diseño de sistemas eléctricos de potencia, así como sus contribuciones en el campo de las redes de distribución y la teoría de circuitos.
Fue la primera mujer en graduarse en ingeniería eléctrica en el MIT, donde entró en 1919, rompiendo todo tipo de barreras en un espacio reservado solo para los hombres.
Su “Diagrama Clarke” permitió simplificar el análisis de circuitos de corriente alterna, haciendo posible una mejor comprensión y resolución de problemas complejos. Gracias a ella mejoró enormemente el diseño y operación de sistemas de energía eléctrica a gran escala.
Gracias a ella mejoró enormemente el diseño y operación de sistemas de energía eléctrica a gran escala
Aunque no obtuvo el título por las restricciones a las mujeres de la época, Ayrton fue de las primeras universitarias en Cambridge. La ausencia de diploma no le impidió construir un legado de progreso tecnológico más allá de su fallecimiento en 1923.
Esta ingeniera eléctrica desarrolló un papel fundamental para la mejora de la iluminación. En su momento, la electricidad estaba empezando a utilizarse para dar luz, pero había continuos problemas para una operativa estable: parpadeos, ineficiencias, intensidad variable… Gracias a las investigaciones de Ayrton se produjo un impresionante avance en la calidad de la luz eléctrica, eliminando titileos y parpadeos con un dispositivo conocido como “soplador Ayrton”.
Gracias a las investigaciones de Ayrton se produjo un impresionante avance en la calidad de la luz eléctrica
Pero su contribución a la mejora de la calidad de vida de millones de personas no quedó ahí. También realizó experimentos que llevaron a un mayor desarrollo de la energía eléctrica en aplicaciones industriales, la mejora de la eficiencia en la distribución y la reducción del ruido de los sistemas eléctricos.
Toda una pionera en la mejora de la calidad del aire en las ciudades industriales del siglo XIX. En un tiempo en el que la contaminación campaba a sus anchas en las ciudades y las emisiones de fábricas o calderas no tenían ningún control, Walton puso el foco en los problemas de salud que esto ocasionaba.
Aunque sin formación específica ni título, Walton fue una ingeniera con todas las letras. Inventó el colector de humo, que reducía las emisiones de las chimeneas de las fábricas, capturando los gases nocivos antes de liberarse en la atmósfera. Esta contribución, que fue ampliamente adoptada en la industria, tuvo un impacto positivo y duradero en el medio ambiente y la salud de las ciudades industriales.
No solo sentó las bases de las regulaciones, sino que también fue una figura fundamental para la concienciación sobre la salud ambiental y la protección del medio ambiente
Una visionaria que no solo sentó las bases de las regulaciones y las tecnologías de control de emisiones, sino que también fue una figura fundamental para la concienciación sobre la salud ambiental y la protección del medio ambiente.
Nacida en 1960, esta astronauta estadounidense ha destacado por su trabajo en la exploración espacial y el estudio de sistemas de energía sostenible. Su participación en distintas misiones espaciales ha propiciado que muchas de sus investigaciones sobre implementación y desarrollo de tecnologías de energía solar hayan tenido un impacto relevante en la Tierra.
Aunque no es ingeniera formación, ha desarrollado su trabajo en el campo de la ingeniería, la medicina y la bioquímica. Entre sus contribuciones más destacadas está la instalación y mantenimiento de paneles solares en la Estación Espacial Internacional, que ha permitido avanzar en sostenibilidad energética con una demostración práctica de la viabilidad de la energía solar en entornos extremos.
Ha destacado por su trabajo en la exploración espacial y el estudio de sistemas de energía sostenible
Su trabajo tiene una utilidad innegable en procesos y estrategias de desarrollo sostenible. Otra muestra significativa de esto es su contribución al desarrollo de sistemas de reciclaje de agua, que permiten reducir la dependencia de suministros externos y optimiza el consumo de recursos. Gracias a su trabajo, los astronautas pueden recoger, purificar, filtrar y reutilizar agua de fluidos como su orina o sudor para el consumo propio. Una contribución inestimable para los sistemas de reutilización de aguas grises (aguas usadas que provienen del lavado de utensilios, ropa y el baño de las personas) y aguas marrones (aguas residuales que presentan una alta carga orgánica) en nuestro planeta.
Su contribución pionera impactó en diversos campos como la sanidad, el medio ambiente o la energía. En esta última disciplina sobresalió como una figura imprescindible para mejorar la eficiencia energética y el uso responsable de recursos.
Graduada en el MIT en 1873, once años después fue la primera mujer en ser admitida en el cuerpo docente de esta prestigiosa institución universitaria. Durante su carrera abogó de forma incansable por la importancia de la conservación energética, la gestión eficiente de combustibles, la adopción de tecnologías limpias y la sostenibilidad de la producción energética.
Sobresalió como una figura imprescindible para mejorar la eficiencia energética y el uso responsable de recursos
El problema de las emisiones y los desechos de las actividades humanas fue uno de sus máximos intereses, realizando estudios sobre la calidad del aire y del agua para proponer medidas de control y regulación de la contaminación. De este modo, sentó las bases de la ingeniería sanitaria y ambiental moderna, que trata de proteger la salud humana y preservar los recursos naturales.
También fue una destacada educadora y especialmente una firme defensora de la educación científica para las mujeres. Su legado perdura hoy en día, tanto en el campo de la energía y el medio ambiente como en el educativo.
Sirva este pequeño homenaje a estas exitosas mujeres que soñaron para que su trabajo fuera reconocido y que ha servido para inspirar a las próximas ingenieras a crear un futuro mejor. La difusión de sus avances es crucial para que el número de mujeres y niñas que apuestan por las disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) siga creciendo.