Maria Rita Galli es desde hace un mes la nueva CEO de DESFA, operador de la red de infraestructuras de gas natural en Grecia. Con un profundo conocimiento del mercado energético, desde su nueva posición contribuirá a impulsar el crecimiento de DESFA como actor principal en la transición energética de la zona del Mediterráneo Oriental y posicionar a Grecia como un hub energético y una puerta de entrada clave de gas natural en el sureste de Europa.
Conversamos con ella sobre las oportunidades y desafíos que encontrará en su nueva posición, el impacto de la pandemia en la actividad empresarial y, coincidiendo con la celebración del Día de la Mujer, sobre la igualdad de género en un mundo tradicionalmente masculino como es el energético.
DESFA tiene gran relevancia en el sector energético del sureste de Europa, no solo por su papel como proveedor del creciente mercado nacional griego de gas natural, sino también por su capacidad para integrar infraestructuras de importación estratégicas, tanto nuevas como ya existentes, (TAP, IGB, la Unidad Flotante de Almacenamiento y Regasificación, FSRU, en sus siglas en inglés ‘Floating Storage Regasification Unit’ de Alexandroupolis, el FSRU de Dioriga y el almacenamiento subterráneo de Kavala) en el Sistema nacional de transporte de gas natural.
Esto permite la entrada de nuevas y competitivas fuentes de suministro en los mercados griego y balcánico. Si a esto le sumamos la necesidad de apoyar el esfuerzo en la descarbonización del lignito en el sector energético y el desarrollo del mercado de gas natural a pequeña escala, tenemos las bases de un ambicioso plan de inversión para los próximos años. Pero esta excelente oportunidad también supone un reto ya que la compañía debe mantener el ritmo y mostrar su liderazgo en el ámbito de la transición energética y la descarbonización del sector del gas.
Se trata de un reto común a todos los TSO de la UE con especial incidencia en el sureste de Europa debido a que todavía es necesario ampliar la red para garantizar una infraestructura bien desarrollada y madura, capaz de integrar en el futuro los gases verdes.
Desde el punto de vista de la gestión y el liderazgo, me siento muy afortunada de contar con un equipo de profesionales excelentes con un conocimiento profundo del sector energético griego y una sólida cultura de la excelencia en lo que respeta a las actividades de operación de la red la seguridad y el cuidado del medio ambiente. Mi objetivo será ayudar a mis colegas a que usen sus conocimientos y competencias para afrontar los retos y aprovechar las oportunidades de la transición energética. Haré hincapié en un enfoque de gestión colaborativo, flexible e integrador, cada vez más necesario en un mundo en el que los cambios se producen a una velocidad de vértigo y la realidad es cada vez más volátil.
«La descarbonización del sector del gas es un reto común a todos los TSO de la UE»
La pandemia de la COVID-19 ha evidenciado que, en cualquier actividad humana, la protección del medio ambiente y de la biodiversidad han de ser prioritarias. Y este imperativo es incluso más importante para el sector energético.
La pandemia ha acelerado las transformaciones en la forma en que trabajamos (basta con pensar en el teletrabajo y la digitalización) a unas velocidades que hace apenas un año nos habrían parecido inverosímiles.
Uno de los factores clave para que esta transformación pudiera tener lugar es el acceso a una energía fiable, segura y asequible y es que nuestra dependencia del buen funcionamiento de las redes energéticas es cada vez mayor. Se ha reavivado de este modo el debate en torno al trilema energético, en el que los vectores energéticos y las redes de gas tienen y tendrán un papel fundamental, especialmente en aquellos sectores de difícil reducción de emisiones. No obstante, es fundamental que nuestro papel y modelo de negocio tradicional evolucionen y se ajusten con rapidez; reducir la huella ambiental de nuestra industria debe ser un principio rector de todas nuestras decisiones.
En los objetivos a medio plazo del proceso de descarbonización del sureste de Europa, el gas natural todavía tiene potencial de crecimiento permitiendo el cierre gradual de las centrales eléctricas de carbón, que siguen cubriendo una buena parte de la demanda energética primaria en Grecia y en el resto de la región de los Balcanes. Es por ello que la llegada de nuevas fuentes de suministro como el TAP contribuirá a satisfacer la creciente demanda de gas, diversificando dichas fuentes de suministro y mejorando la competitividad y el acceso a la energía.
«Sabremos que habremos logrado la igualdad cuando el hecho de que una mujer sea nombrada Consejera Delegada de una empresa del sector energético deje de ser noticia»
Cuando en 1997 empecé a trabajar en el sector del petróleo y el gas, el número de mujeres (especialmente de mujeres con formación técnica) que quería trabajar en el negocio principal era muy reducido y las pocas posiciones en las que se aceptaba a mujeres eran aquellas de perfil corporativo o de recursos humanos. El paso de los años ha traído grandes cambios y cada vez hay más mujeres en el sector, también en parte gracias a la aparición de nuevos perfiles, que ha pasado de basarse tan solo en E&P a requerir perfiles de servicio, comerciales, de inversión, I+D e innovación.
En mis primeras semanas en DESFA he conocido a muchas profesionales de gran talento, muy motivadas y muchas de ellas con formación en ingeniería y altamente cualificadas. Todavía queda mucho por hacer en lo que respecta a puestos ejecutivos y sabremos que lo habremos logrado cuando el hecho de que una mujer sea nombrada Consejera Delegada de una empresa del sector energético deje de ser noticia.