El 6 de noviembre dará comienzo la COP27, la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre cambio climático de 2022. En un programa que durará hasta el día 18 del mismo mes, la costera ciudad egipcia de Sharm el-Sheikh será la capital de la lucha contra el cambio climático.
Esta conferencia llega en un momento en el que las primeras consecuencias graves del cambio climático han sido notorias en países poco acostumbrados a sufrirlas, mientras que países con mayor exposición han visto cómo la intensidad de los desastres naturales se ha incrementado.
En la comunidad científica no se duda de la existencia y las causas del calentamiento global, a nivel social y político los negacionistas son pocos y con escasa relevancia; mientras que en el ámbito económico existe una clara apuesta por el desarrollo sostenible. Por tanto, en un momento crítico con un alto consenso, las sesiones de Egipto tienen una importancia capital para materializar los acuerdos y aclarar los debates que se han ido sucediendo en las COP de cada año desde los Acuerdos de París en 2015.
La transición energética juega un papel muy relevante, ya que es necesario cambiar el modelo de producción, la distribución y el consumo de energía para reducir las emisiones. Y la sostenibilidad de un sector clave, como es el energético, también es relevante al repercutir directamente en muchos otros sectores a los que provee de energía.
Es necesario cambiar el modelo de producción, la distribución y el consumo de energía para reducir las emisiones
La Presidencia de la Conferencia, que corresponde a Egipto como organizador, en colaboración con los responsables de la COP26 de Glasgow, ha detallado una serie de objetivos a los que se debe aspirar el presente año. Y en todos ellos, el mundo cuenta con un aliado de excepción que ya nos está permitiendo avanzar en los objetivos climáticos: la transición energética.
1. Mitigación
Dado que es necesario mantener el calentamiento por debajo de los 2ºC (e incluso tratar de que no suba más de 1,5ºC), en la COP27 se va a trabajar para tomar “acciones inmediatas”, especialmente en los países “en mejor posición”; es decir, los más desarrollados.
Los países participantes tienen varias medidas a su alcance para cumplir los Acuerdos de París, como la producción sostenible, la gestión responsable de residuos, la sensibilización de la sociedad o, por supuesto, la transición energética. Esta última juega un papel destacado para reducir las emisiones del sector energético, sumar en la descarbonización de otros sectores y también para el desarrollo sostenible con energía asequible y fiable.
2. Adaptación
Los sucesos extremos ligados al cambio climático son cada vez más habituales y graves. La adaptación a los mismos es una de las conclusiones de Glasgow 2021, pero en esta ocasión se pretende hacer un esfuerzo para ayudar al progreso de los países más desfavorecidos en este sentido. Estos tendrán que adaptarse a un mundo con más inundaciones, altas temperaturas y otros fenómenos meteorológicos extremos cada vez más comunes.
La transición energética puede ser fundamental para ello porque:
3. Financiación
La financiación va a ser uno de los grandes temas de la COP27 y se espera un “avance significativo” en este ámbito. Concretamente se quiere adecuar y prever la financiación climática, aumentar la transparencia de los flujos y mejorar el acceso a financiación de los países en vías de desarrollo.
El principal objetivo es avanzar en el reparto de los 100 billones de dólares anuales comprometidos en reuniones anteriores, pero la transición energética tiene relevancia también en este punto. En primer lugar, porque será una de las medidas a las que se destinen parte de esos fondos; y, en segundo lugar, porque la transmisión de conocimiento y tecnología por parte de los países industrializados puede ser una forma de colaborar con los países menos desarrollados, sin entrar en temas más complejos relacionados con la financiación como subsidios, préstamos, etc.
4. Colaboración
La colaboración entre los países es vital para alcanzar los objetivos. Dado que las negociaciones en el seno de la ONU están basadas en el consenso, quizá no se pueda aspirar a medidas muy rompedoras; pero sí a medidas inclusivas con la participación de todos.
La colaboración entre los países es vital para alcanzar los objetivos
La transición energética es una solución válida para todos, con ventajas claras en pro del objetivo global y una capacidad transformadora a todos los niveles. Consta, además, de medidas que pueden ser rápidamente replicadas, implementadas y escaladas en los distintos países.
Puede que en esta COP sea complicado sacar adelante medidas urgentes pero sí que se espera acción colectiva, transformación ambiciosa y voluntad política global. Principalmente, porque se hará hincapié en la necesidad de colaboración y en la financiación de las medidas (este último, un punto que siempre genera polémica).
Puede que en esta COP sea complicado sacar adelante medidas urgentes pero sí que se espera acción colectiva, transformación ambiciosa y voluntad política global
En la pasada Conferencia Interanual sobre Cambio Climático en Bonn (Alemania), reunión en la que se hace un seguimiento de los trabajos desde la última COP y antes de la siguiente, se puso de manifiesto lo siguiente:
Alcanzar acuerdos, a pesar de la agudización de la crisis climática, será sumamente difícil, aunque se espera que los Gobiernos comprendan la magnitud del problema.