En los últimos 50 años, la población mundial se ha duplicado y el Producto Interior Bruto de los países se ha multiplicado por cuatro. Para ello, ha sido necesario el consumo de grandes cantidades de recursos naturales, que han impulsado el desarrollo económico y han supuesto diversas mejoras en el bienestar humano.
Sin embargo, estos avances han tenido un gran impacto en el medio ambiente. El impulso de una economía circular puede ayudar a paliar esta situación. Según los expertos, el desarrollo de una generalizada economía circular desembocaría en un claro descenso en las emisiones de CO2, estimularía el crecimiento económico y crearía oportunidades de empleo.
1. ¿Qué es la economía circular?
Llamamos economía circular al modelo de producción y consumo que promueve la compartición, alquiler, reutilización, reparación, renovación y reciclaje de materiales y productos existentes, tantas veces como sea posible, para crear un valor añadido. Al hacerlo, el ciclo de vida de los productos se extiende, se reduce la generación de residuos y el consumo energético.
Gracias a la economía circular, cuando un producto llega al final de su vida útil, sus materiales se mantienen dentro de la economía siempre que sea posible. Así, se utilizan de manera productiva una y otra vez.
2. ¿Cuáles son los principios básicos de la economía circular?
Los tres principios básicos de la economía circular son los siguientes:
1. Preservar y mejorar el capital natural: este principio consiste en utilizar de la forma más eficiente los flujos de recursos naturales y renovables. En aquellos procesos que requieran de recursos naturales, se deben priorizar aquellos que empleen recursos renovables o que utilicen menores cantidades de productos naturales.
2. Optimizar el uso de los recursos: este principio se basa en buscar una mayor rotación de los productos y sus componentes, logrando un mayor ciclo de utilización, y por lo tanto, un mayor ciclo de vida. Para ello es fundamental el ecodiseño, de tal manera que el producto se pueda crear, reparar y/o reciclar de una manera eficiente.
3. Fomentar la eficacia del sistema: este principio se alcanza reduciendo las externalidades de los procesos de utilización de recursos naturales (por ejemplo, utilizando restos alimentarios, empleando menos o mejor el territorio…), y buscando sinergias entre los diferentes agentes que intervienen en este proceso.
3. ¿Cuáles son las ventajas que conlleva?
Básicamente, son seis:
1. Reducción y eficiencia en el uso de los actuales recursos. Aporta una solución al problema de escasez de materia prima. Una tercera parte de los materiales que se utilizan acaban en vertederos sin posibilidad de reutilización o valorización.
2. Reducción de los impactos ambientales. Al ser eficientes en recursos, reducimos una gran cantidad de residuos (en la UE, unos 2.500 millones al año). Esto provocaría de manera inmediata una mejora en los índices de contaminación medioambiental. Y, como consecuencia, la reducción de emisiones entre un 2 y 4 %, y a su vez, del efecto invernadero.
3. Minimización del impacto del plástico. Reutilización de los productos de plástico, reciclaje y empleo de materiales más sostenibles.
4. Motor de empleo en actividades de reciclaje, recuperación y reutilización, y en operaciones de re-diseño, re-fabricación, y reparación.
5. Ahorros netos de costes operativos por la optimización del uso de recursos y la reintroducción de residuos en el ciclo productivo.
6. Innovación, mejorando la capacidad de las organizaciones para adquirir cuota de mercado, abriendo nuevos mercados o nichos de mercado o siendo líderes sectoriales.
4. ¿Qué papel tiene la economía circular en la acción climática?
Hoy en día, la producción de los materiales que utilizamos regularmente es responsable del 45% de las emisiones de CO2. La economía circular promueve el control de producción de productos y servicios.
La Fundación Ellen MacArthur ha publicado el informe Completing the picture: How the circular economy tackles climate change, que revela que la aplicación de estrategias basadas en la economía circular en áreas clave, puede eliminar casi la mitad de las emisiones restantes de la producción de bienes, unos 9.300 millones de toneladas de CO2 en 2050, lo que equivaldría a reducir a cero las emisiones actuales de todos los transportes.
La producción de los materiales que utilizamos regularmente es responsable del 45% de las emisiones de CO2
Los consumidores, por su parte, dispondrían de productos que duran más, que suponen un ahorro monetario y una mayor calidad de vida.
5. ¿Cómo impacta la economía circular en el uso de materias primas?
El uso de materias primas secundarias en lugar de materias primas vírgenes en la producción de metal, vidrio y papel, supone ahorros de energía que van desde el 20% al 90%, así como de agua, según diferentes estudios de la Unión Europea.
Además, conlleva un descenso relevante en impactos ambientales, puesto que la fabricación que utiliza menos recursos (es decir, energía, agua, tierra y materiales) tendría impactos positivos en el clima, la basura marina y la biodiversidad.
Por último, se reducen considerablemente los riesgos asociados al suministro de materias primas, como la volatilidad de los precios, la disponibilidad y la dependencia de las importaciones, que se mitigarían utilizando materias primas secundarias.
6. ¿Qué iniciativas existen a nivel europeo para promoverla?
La Comisión Europea aprobó en el año 2015 un plan de acción para impulsar la transición de Europa a la economía circular.
Este plan incluyó 54 medidas destinadas a «cerrar el ciclo de vida del producto». En 2019, la UE presentó el Pacto Verde Europeo, una hoja de ruta para transformar la economía europea en una moderna, eficiente en el uso de recursos y competitiva. Dentro del marco del Green Deal, en el año 2020, aprobó el nuevo Plan de Acción de Economía Circular, con medidas que hacían posible que empresas, autoridades públicas y consumidores adoptasen un modelo sostenible.
7. ¿Qué países está liderando en Europa el tránsito hacia una economía circular?
En los últimos años, las políticas europeas sobre economía circular han seguido creciendo y ganando importancia en todo el continente, aunque lo cierto es que pasar por completo del papel a la acción parece complicado para muchos de los estados miembros.
Uno de los países que más en serio se lo está tomando es Holanda, que tiene un ambicioso proyecto para convertirse en un país 100% basado en la economía circular para 2050.
El uso de materias primas secundarias en la producción de metal, vidrio y papel, supone ahorros de energía que van desde el 20% al 90%
Francia, por su parte, cuenta con una legislación favorable y un discurso claro sobre economía circular y ecoinnovación.
Italia también está haciendo las cosas bien, según el informe Circular Economy Network 2020, realizado por la Fundación Italiana para el Desarrollo Sostenible. Dispone de una ley de presupuesto 2020 que incluye medidas para cumplir con el Green Deal, estableciendo un fondo de inversión pública para promover proyectos innovadores en sostenibilidad, economía circular, turismo sostenible, descarbonización y mitigación del cambio climático.
8. ¿Qué iniciativas promueve España para la economía circular?
En España, se aprobó en junio de 2020 la Estrategia Española de Economía circular 2030, que se implementará a través de varios planes de acción trienales. El primero de ellos, el I Plan de Acción de Economía Circular 2021 – 2023, contiene 116 medidas en los ejes de actuación de consumo, gestión de residuos, materias primas secundarias, reutilización y depuración del agua, investigación, innovación y competitividad, participación y sensibilización, empleo y formación.
Dicha estrategia establece, a modo decálogo, unas orientaciones estratégicas. Del mismo modo, se marca una serie de objetivos cuantitativos para el año 2030.
9. ¿Cuáles son los objetivos de la Estrategia Española de Economía Circular (EEEC)?
• Reducir en un 30% el consumo nacional de materiales en relación con el PIB, tomando como referencia el año 2010.
• Reducir la generación de residuos un 15% respecto a lo ocasionado en 2010.
• Reducir la generación residuos de alimentos en toda la cadena alimentaria: 50% de reducción per cápita a nivel de hogar y consumo minorista, y un 20% en las cadenas de producción y suministro a partir del año 2020.
• Incrementar la reutilización y preparación para la reutilización, hasta llegar al 10% de los residuos municipales generados.
• Mejorar un 10% la eficiencia en el uso del agua.
• Reducir la emisión de gases de efecto invernadero por debajo de las 10 millones de toneladas de CO2 equivalente.
10. ¿Cuáles son los sectores esenciales en el camino hacia la economía circular?
Para la UE, los sectores esenciales son: plásticos, textiles, residuos electrónicos, alimentos; agua y nutrientes, embalajes, baterías y vehículos; edificaciones y construcción.
Deben incorporar la circularidad y la sostenibilidad en todas las etapas de la cadena de valor para lograr una economía completamente circular: desde el diseño hasta la producción, y de esta, hasta que llega al consumidor.
Es necesario incorporar la circularidad y la sostenibilidad en todas las etapas de la cadena de valor para lograr una economía completamente circular
Para España, y según se refleja en la Estrategia Española de Economía Circular 2030, los sectores prioritarios de actividad para incorporar este reto hacia una España circular son la construcción, el sector agroalimentario, el sector pesquero y forestal, industrial, de bienes de consumo, turismo y textil y de confección.