El biogás es el gas que se obtiene a partir de procesos de descomposición anaerobia de materia orgánica presente en los residuos sólidos urbanos, aguas residuales y residuos agrícolas, ganaderos o forestales. Constituye una fuente de suministro energético renovable, local y almacenable, con impacto positivo sobre el empleo y la economía rural. Tras un proceso de limpieza y separación del CO2, el biogás se convierte en biometano, un gas totalmente renovable y apto para ser transportado por los gasoductos.
La biomasa es materia orgánica que proviene de plantas y animales. Se trata de una fuente de energía renovable. El sol ha provisto de energía a la biomasa. Las plantas absorben la energía del sol en un proceso llamado fotosíntesis. Cuando se quema biomasa, su energía química se libera en forma de calor. Hoy en día contamos con cuatro tipos de biomasa: madera y productos agrícolas, desechos sólidos, gas de vertedero y biogás, y combustibles de alcohol (como etanol o biodiesel).
El biometano es la energía verde renovable que se obtiene a partir de un proceso de limpieza (upgrading) del biogás. Su uso es una realidad en la inyección en la red de gasoducto, como combustible vehicular o uso en la industria. Es un gas formado principalmente por metano y CO2.
Aumento progresivo de la temperatura que se produce porque se da un exceso de ración solar en la superficie terrestre y en las capas bajas de la atmósfera, que, al no poder salir al exterior, queda atrapada en la atmósfera.
Los gases de efecto invernadero están presentes de forma natural en el planeta. Pero la acción del hombre aumenta su concentración. Estos gases sufren pequeñas fluctuaciones, que provocan variaciones de temperatura que afectan de manera relevante al equilibrio de los ecosistemas.
Le llamamos efecto invernadero porque la atmósfera actúa como un invernadero para la Tierra, al dejar pasar la luz, pero retiene el calor.
La eficiencia energética hace referencia al uso eficiente de la energía. Un dispositivo o una instalación es más eficiente energéticamente cuanta menos energía consume para realizar una actividad. Una persona, un servicio o un producto eficiente precisa menos energía para realizar el mismo trabajo.
Según Forética es un modelo económico que se aleja del modelo lineal tradicional a uno que es regenerativo por diseño. La meta es retener el mayor valor posible de los recursos, productos, partes y materiales para crear un sistema que permita una larga duración, reutilización óptima, acondicionamiento, re-manufactura y reciclaje. Las empresas que implementan la economía circular se concentran en repensar los productos y servicios usando principios basados en la durabilidad, renovación, reutilización, reparación, sustitución, actualización, acondicionamiento y un uso reducido de materiales. Aplicando estos principios, las empresas pueden diseñar el manejo de residuos, aumentar la productividad de los recursos y desvincular el crecimiento del consumo de recursos naturales.
La energía eléctrica es aquella que se genera mediante el movimiento de cargas eléctricas (electrones) en el interior de materiales conductores, como, por ejemplo, un cable eléctrico de cobre. La electricidad es la forma de energía más utilizada en la actualidad. La electricidad que nosotros empleamos es una fuente de energía secundaria, porque se obtiene al convertir fuentes primarias de energía como carbón, gas natural, energía nuclear, energía solar y energía eólica en energía eléctrica.
La energía eólica es aquella que se obtiene a partir del viento o de los flujos de aire que tienen lugar de manera natural en la atmósfera terrestre. Las turbinas eólicas modernas transforman la energía cinética del viento en electricidad. Se trata de una energía limpia y renovable, ya que su fuente es el viento, y como en el caso del sol, es un recurso ilimitado.
Energía renovable es un tipo de energía que puede obtenerse de fuentes naturales virtualmente inagotables, ya que contienen una inmensa cantidad de energía o pueden regenerarse naturalmente. El Sol, el viento, las caídas de agua y la biomasa son ejemplos de fuentes de energía renovables.
La energía solar se obtiene a partir de la radiación solar que llega a la Tierra en forma de luz, calor o rayos ultravioleta. Se trata de una energía limpia y renovable, ya que el sol es un recurso ilimitado. Existen tres formas de aprovechar la energía solar; la energía solar fotovoltaica, que transforma la luz del sol en energía eléctrica; la energía solar térmica, que capta la radiación por medio de elementos denominados colectores o concentradores; y la energía solar pasiva, que consiste en la adecuación de una construcción para que pueda aprovechar la energía solar para calentarse o refrescarse.
Son aquellos gases combustibles que se consideran neutros en emisiones de CO2. Se producen a partir de procesos de descomposición de materia orgánica presente en los residuos sólidos urbanos, aguas residuales y residuos agrícolas, ganaderos o forestales (ej. biometano); o a partir de la electrolisis del agua usando energías renovables (ej. hidrógeno verde). El término gas renovable generalmente se refiere a biogás, biometano e hidrógeno.
El hidrógeno es el primer elemento de la tabla periódica y el más ligero que existe. Su átomo está formado por un protón y un electrón y es estable en forma de molécula diatómica (H2). En condiciones normales se encuentra en estado gaseoso, y es insípido, incoloro e inodoro.
Es el elemento más abundante en la Tierra. Constituye aproximadamente el 75 % de la materia del Universo, pero se encuentra combinado con otros elementos como el oxígeno formando moléculas de agua, o al carbono, formando compuestos orgánicos.
Por tanto, no es un combustible que pueda tomarse directamente de la naturaleza, sino que es un vector energético (como la electricidad).
Existen distintos tipos de hidrógeno, en función de las fuentes y sus métodos de producción:
El hidrógeno gris se genera a través del proceso llamado reformado de vapor de gas natural. En este proceso se produce CO2 por lo que no es un proceso libre de emisiones.
El hidrógeno azul se obtiene de forma análoga al hidrógeno gris, pero en este caso el CO2 se captura en vez de ser emitido a la atmósfera, de forma que se considera un proceso de baja emisión de carbono.
El hidrógeno renovable o hidrógeno verde es el producido por electrólisis del agua a partir de energías renovables eléctricas, como la solar o eólica. Este proceso no emite CO2y transforma el agua en moléculas de hidrógeno y oxígeno. Por ello, se posiciona como una solución eficaz para favorecer la descarbonización de todos los sectores (movilidad, industria y sector terciario).
La huella de carbono es un indicador ambiental que refleja la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos directa o indirectamente por un individuo, organización, evento o producto. Se mide en masa de CO2 equivalente y permite identificar la cantidad de GEI que son liberados a la atmósfera como consecuencia del desarrollo de cualquier actividad.
La neutralidad en carbono implica contabilizar y reducir las emisiones de CO2 en toda la cadena de valor y compensar las emisiones inevitables con sumideros de carbono naturales y / o créditos de carbono (balance cero o neutralidad).
Según World Energy Council, la sostenibilidad energética es el equilibrio entre tres dimensiones principales: la seguridad energética, la equidad social, y la mitigación del impacto ambiental. Se trata de llevar el concepto de equilibrio sostenible entre las dimensiones económica, social y ambiental al plano energético, reconociendo que la energía es clave y básica para el desarrollo de cualquier sociedad.
El desarrollo de sistemas de energía estables, accesibles y ambientalmente sostenibles necesita complejas interconexiones entre sectores públicos y privados, gobiernos y reguladores, economía, recursos disponibles, normativas legales, preocupaciones ambientales y el comportamiento individual y colectivo de las sociedades.
La transición ecológica/energética se refiere a la evolución de la economía hacia premisas compatibles con los límites ambientales. Es un término que hace referencia al camino que debemos recorrer los países para cumplir con un objetivo: la descarbonización de la economía para garantizar la consecución de los compromisos adquiridos frente a la UE y en el Acuerdo de París.