Castilla y León está trazando un nuevo horizonte energético. De ser una comunidad exportadora de electricidad renovable, aspira ahora a convertirse en uno de los motores del hidrógeno verde, vector energético 100 % sostenible que será clave en la descarbonización de la industria, el transporte y la economía.
En 2024, la comunidad autónoma aumentó su generación de energía renovable en un 7,6 %, alcanzando los 25.142 gigavatios hora (GWh), según datos de Red Eléctrica. Esta cifra la mantiene como la región que más energía limpia produce en toda España.
Además, el 92,8 % de toda la energía generada en la comunidad provino de fuentes renovables, como la eólica, la hidráulica y la solar. Este dato la sitúa entre los primeros puestos a nivel nacional no solo en volumen de producción, sino también en la proporción de energía renovable dentro de su mix energético. Es decir, casi toda la electricidad que se genera en Castilla y León es verde.
Otro indicador clave es la potencia instalada: la comunidad cuenta con una gran capacidad para generar energía renovable del país, gracias a una combinación de grandes parques eólicos, centrales hidroeléctricas y plantas fotovoltaicas. Esta infraestructura consolidada convierte a Castilla y León en un territorio estratégico para el desarrollo del hidrógeno renovable.
Este tipo de hidrógeno se produce por electrólisis del agua, un proceso que, cuando se alimenta con electricidad renovable, no emite CO₂. En un contexto europeo que exige una reducción total de las emisiones para 2050, el hidrógeno verde aparece como la alternativa limpia a los combustibles fósiles, especialmente en sectores donde la electrificación directa no es viable: industrias químicas, cementeras, metalurgia o movilidad pesada
Castilla y León cuenta actualmente con más de 60 proyectos activos vinculados al hidrógeno renovable, muchos de ellos en fase avanzada de tramitación. En conjunto, estas actuaciones movilizarán cerca de 6.600 millones de euros en inversión y permitirán la creación de unos 3.200 empleos directos e indirectos. El objetivo es que Castilla y León llegue a cubrir el 25 % de la producción nacional de hidrógeno verde para 2030.
El plan de Castilla y León movilizará cerca de 6.600 millones de euros en inversión con el objetivo de cubrir el 25 % de la producción nacional de hidrógeno renovable para 2030
La iniciativa CyLH2Valley, coordinada por el Centro Tecnológico CARTIF, la Asociación H2CyL y la Universidad de Burgos está impulsada por un consorcio que agrupa 35 socios, de los cuales 22 cuentan con centros de trabajo y operaciones en Castilla y León, e integra 9 proyectos piloto que incluyen, entre ellos, cuatro plantas de producción de hidrógeno (dos de ellas vinculadas a amoníaco o metanol verdes), así como una estación de repostaje de hidrógeno.
La primera etapa de CyLH2Valley concluirá con la ejecución de los nueve pilotos; una segunda fase añadirá un décimo proyecto en el eje Burgos‑Valladolid para replicar capacidades y consolidar el ecosistema regional.
En este sentido, el liderazgo tecnológico de Castilla y León va de la mano con una gran oportunidad industrial: el Valle producirá al menos 16.800 toneladas anuales de hidrógeno renovable, derivadas en productos como amoníaco y metanol limpio, y alimentará sistemas de movilidad cero emisiones.
Desde una perspectiva ambiental, el proyecto evitará hasta 152.000 toneladas de CO₂ al año, como resultado de sustituir combustibles fósiles en procesos industriales y transporte.
Uno de los proyectos de mayor envergadura es Compostilla Green, ubicado en Cubillos del Sil (León) y promovido por RIC Energy. Esta iniciativa contempla una planta de hidrógeno verde y queroseno sintético renovable (eSAF) con una capacidad de electrólisis que podría alcanzar los 250 MW.
El proyecto, que ya ha recibido apoyo financiero del IDAE en el marco de la convocatoria para grandes clústeres de hidrógeno renovable, prevé iniciar obras en 2028 y entrar en funcionamiento antes de 2030, lo que lo situará como un referente no solo en Castilla y León, sino en toda España.
A estos proyectos se suman otras iniciativas estratégicas, como la planta de hidrógeno verde en La Robla, que refuerza la posición de León como nodo de innovación energética. Es una planta de hidrógeno renovable cuya capacidad de producción alcanzará hasta 280 MW.
Además, ya cuentan con Declaración de Impacto Ambiental favorable siete proyectos adicionales repartidos por Valladolid, León y Burgos, con una inversión conjunta cercana a los 930 millones de euros y en diferentes fases de ejecución.
Aunque el protagonismo regional es evidente, ningún ecosistema del hidrógeno será viable sin conexiones nacionales y europeas. Aquí entra en juego Enagás, la compañía que actualmente lidera el diseño y desarrollo de la Red Troncal Española de Hidrógeno, que conectará los lugares de producción con los de consumo.
En total, por Castilla y León pasarán 347 kilómetros de hidroductos distribuidos por 99 municipios de León, Salamanca, Zamora y Burgos
En total, por Castilla y León pasarán 347 kilómetros de hidroductos de esta red troncal distribuidos por 99 municipios de León, Salamanca, Zamora y Burgos. También se ubicará una estación de compresión localizada en Coreses (Zamora).
Castilla y León también contará con una conexión internacional con Portugal, denominada CelZa, que unirá Celorico da Beira con Zamora
Castilla y León también contará con una conexión internacional con Portugal, denominada CelZa, que unirá Celorico da Beira con Zamora. Esta infraestructura, junto con la interconexión entre España y Francia (BarMar), forma parte del proyecto H2med, el primer corredor de hidrógeno verde de la Unión Europea, que conectará la producción de la península ibérica con los principales centros de consumo del centro de Europa.