Los principales avances regulatorios en el sector del hidrógeno verde que trae 2025

28 febrero, 2025

El sector energético ha arrancado 2025 inmerso en una transformación sin precedentes. La urgencia climática y los compromisos de la Unión Europea con la descarbonización han propiciado la creación de un marco regulatorio que no deja de redefinirse.

En particular, el hidrógeno renovable se posiciona como un pilar fundamental en esta transformación, y las regulaciones vigentes y aquellas que entrarán en vigor en los próximos años jugarán un papel crucial. A continuación, exploramos los principales avances regulatorios que se esperan en 2025 y cómo impactarán a las empresas y operadores del sector energético.

El hidrógeno renovable como prioridad estratégica

De acuerdo con el último informe de Hydrogen Europe «Clean Hydrogen Monitor 2024» , en 2023 el consumo de hidrógeno en Europa alcanzó las 7,9 millones de toneladas, de las cuales el 96 % se produjo a partir de gas natural. Esto representa un desafío importante para la descarbonización de la industria, especialmente para sectores como el refino y la producción de amoniaco, que constituyen una gran parte de la demanda y deben reducir las emisiones de sus procesos productivos. Es en este contexto donde el hidrógeno verde se presenta como un vector energético clave.

Este escenario está cambiando, y la UE se ha comprometido a desarrollar hidrógeno renovable como una de sus principales fuentes de energía limpia.

Por tanto, el hidrógeno renovable ha emergido como una de las principales soluciones para la descarbonización de sectores industriales difíciles de electrificar, como la producción de acero, cemento y química, así como el transporte pesado.

La Unión Europea busca reforzar su seguridad energética mediante la diversificación de suministros y la promoción de energías renovables como el hidrógeno verde

A esto se suma la entrada en vigor del Paquete de Hidrógeno y Gas Descarbonizado, publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea el 15 de julio de 2024, compuesto por una Directiva y un Reglamento que establecen un marco normativo que incluye infraestructura, planificación integrada de redes y un plan de desarrollo a diez años.

En 2025, la Comisión Europea siguedando  pasos significativos en su regulación para acelerar el desarrollo del hidrógeno verde, integrándolo en un marco más amplio de competitividad, descarbonización y seguridad energética. Lo vemos a continuación.

El Clean Industrial Deal: hacia una economía del hidrógeno

Uno de los principales hitos regulatorios de este inicio del año es el Clean Industrial Deal, un plan que busca unir competitividad con descarbonización. Para lograrlo, la Comisión ha apostado por tecnologías limpias, incluyendo el hidrógeno verde, como eje central para la descarbonización de sectores difíciles de electrificar.

Entre las medidas anunciadas, la Comisión Europea ha fijado para este año la tercera subasta del Banco Europeo del Hidrógeno con un presupuesto máximo de 1.000 millones de euros.

Además, lanzará el “Mecanismo de Hidrógeno bajo el Banco Europeo de Hidrógeno” en el segundo trimestre del año, una plataforma para conectar a productores y consumidores.

Para garantizar el suministro de materiales y tecnologías clave para la economía del hidrógeno, la Comisión ha establecido para el primer trimestre de 2025 las Clean Trade and Investment Partnerships. Estos acuerdos buscan diversificar el acceso a materias primas esenciales, electrolizadores y tecnologías de almacenamiento a través de asociaciones comerciales con terceros países.

Además, estos acuerdos facilitan la importación de hidrógeno renovable desde regiones con abundantes recursos solares y eólicos, fortaleciendo la seguridad energética de la UE.

Affordable Energy Action Plan: reducción de costes energéticos

El coste de la electricidad renovable es un factor determinante para la viabilidad del hidrógeno verde. En este sentido, la el Affordable Energy Action Plan, una estrategia para reducir el precio de la energía y mejorar el acceso a fuentes renovables a bajo coste. Esta iniciativa tendrá un impacto directo en la competitividad del hidrógeno, permitiendo que su producción sea más asequible y acelerando su adopción en distintos sectores.

Este plan establece ocho medidas concretas a corto plazo para lograr una verdadera Unión Energética que promueva la competitividad, asequibilidad, seguridad y sostenibilidad.

La implementación de este Plan de Acción requerirá la participación de todos los actores: la coordinación de la UE con el apoyo instrumental del Parlamento Europeo y del Consejo; la cooperación firme de los Estados miembros; la inclusión activa de las partes interesadas, estas son la industria y empresas, trabajadores y sociedad en general; y la implicación a nivel político más alto a través de un grupo de trabajo de la Unión Energética.

La UE ha presentado un marco que facilitará la captación de capital para proyectos estratégicos, incluyendo el hidrógeno

Unión de Ahorro y la Inversión: financiación para proyectos de hidrógeno

La financiación sigue siendo un desafío para el despliegue del hidrógeno a gran escala. Para afrontarlo, la UE ha lanzado una consulta pública para la  un marco que facilitará la captación de capital para proyectos estratégicos, incluyendo el hidrógeno.

Esta iniciativa busca canalizar inversiones privadas y públicas hacia infraestructuras clave, reduciendo la dependencia de subvenciones y asegurando un modelo de negocio sostenible para el sector.

Industrial Decarbonisation Accelerator Act: simplificación de permisos

Uno de los grandes retos para la expansión del hidrógeno en Europa ha sido la burocracia asociada a la construcción de infraestructuras. Para agilizar estos procesos, la Comisión lanzará a finales de 2025 el Industrial Decarbonisation Accelerator Act, que introduce procedimientos más rápidos para la obtención de permisos en proyectos estratégicos de descarbonización.

Esta medida es clave para el despliegue de todo tipo de proyectos de hidrógeno, incluyendo plantas de producción, redes de transporte y almacenamiento, facilitando la integración de esta tecnología en el sistema energético europeo

La consolidación del plan estratégico previo

Continuará en marcha REPowerEU, el plan estratégico de la Unión Europea diseñado para reducir la dependencia de los combustibles fósiles importados. Fue presentado por la Comisión Europea en 2022 y busca reforzar la seguridad energética del continente mediante la diversificación de suministros y la promoción de energías renovables. En este sentido, el plan ha respaldado el marco para el hidrógeno renovable en Europa.

Para 2030, se espera que Europa produzca 10 millones de toneladas de hidrógeno renovable y que importe otros 10 millones de toneladas. De cara a 2050, se prevé que el hidrógeno renovable cubra aproximadamente el 10 % de las necesidades energéticas de la UE. 

Asimismo, la Directiva sobre Energías Renovables (RED III) de la UE, que forma parte del paquete Fit for 55, tiene como objetivo impulsar significativamente la adopción de hidrógeno renovable en diversos sectores clave, como industrias, transporte y aviación. En términos prácticos, exige que los Estados miembros adapten sus legislaciones nacionales para incluir estos objetivos antes del 21 de mayo de 2025.

El sector industrial será el principal beneficiario del hidrógeno renovable, ya que se estima que el 61 % de los proyectos de hidrógeno en los principales países europeos se destinarán a aplicaciones industriales, según recoge la firma de análisis Westwood Global Energy Group.

La UE está brindando apoyo al desarrollo de nuevas infraestructuras dedicadas al hidrógeno, logrando así una interconexión de energía limpia entre los Estados miembros

La RED III también introducirá un sistema unificado de garantías de origen, que permitirá a los consumidores y empresas verificar con precisión la procedencia del hidrógeno adquirido, asegurando que cumple con los estándares medioambientales de la UE.

Visto lo visto, 2025 será un año clave en la evolución del sector energético europeo, con avances regulatorios significativos que apoyarán la adopción masiva del hidrógeno renovable. Europa estará más cerca de lograr sus objetivos de descarbonización y de transición energética. Estos avances crearán un mercado más eficiente, transparente y sostenible, que contribuirá de manera fundamental a la lucha contra el cambio climático.